La economía de México creció de forma modesta por debajo del uno por ciento en el primer semestre de 2025 y provino principalmente del efecto positivo de las exportaciones netas, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
“Gracias a la privilegiada ubicación geográfica de México y los esfuerzos del sector exportador para hacerle frente a la coyuntura comercial, las exportaciones se fortalecen como un importante factor del intercambio comercial, convirtiéndose en el principal motor del crecimiento, al menos en los últimos cuatro trimestres”, dijo en su reporte semanal.
Destacó que las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en el primer semestre del presente año las exportaciones totales crecieron a una tasa anual de 12.8 por ciento, manteniendo un ritmo de crecimiento de dos dígitos desde la segunda mitad del año pasado.
Mientras que el gasto en consumo de gobierno, que refleja en buena medida la evolución de su gasto corriente, fue el segundo rubro que tuvo un efecto positivo en el crecimiento del PIB, toda vez que en la primera mitad del año reportó un avance de 1.1 por ciento anual.
El Ceesp destacó que el componente de la demanda agregada que genera mayor preocupación, sobre todo en un contexto en el que las expectativas de crecimiento se han venido ajustando a la baja, es la evolución de la inversión privada, que después de ocho semestres consecutivos con variaciones positivas, muestra su primer resultado negativo al caer a una tasa anual de 4.4 por ciento en el primer semestre de este año.
“Esto aparentemente debido a la incertidumbre generada en buena parte por la aprobación y eventual puesta en marcha de la reforma judicial, que aviva el nerviosismo por la falta de reglas claras y congruencia, aunadas a la debilidad del estado de derecho”, destacó.
Apuntó que un factor fundamental para facilitar el crecimiento es sin duda la asignación suficiente y eficiente de los recursos públicos. Desde hace algunos años se ha venido insistiendo en este tema, que adquiere ahora mayor relevancia frente a la significativa disminución del gasto en inversión física del sector público en lo que va de año.