La agencia Moody’s Investors Service señaló que las presiones de las pensiones estatales continúan aumentando a pesar de las tendencias demográficas favorables y de las reformas implementadas, y esto sucederá con mayor profundidad en los próximos cinco años a diez años, lo que representa un riesgo para las finanzas de las entidades.
En un documento, indicó que casi todos los estados han implementado reformas durante la última década a sus sistemas de pensiones, pero a pesar de ello, los sistemas se encuentran principalmente bajo un esquema de beneficios definidos y se verán presionados en los próximos cinco años, ya que los fondos de reserva actuales se agotarán por completo.
Abundó que en ausencia de reformas adicionales, las prácticas de financiamiento de pensiones, que son insuficientes, conducirán a aumentos significativos del gasto en las entidades en los próximos años para algunos estados.
Es así que las pensiones no financiadas son un desafío crediticio creciente y si bien el perfil de riesgo y el alcance de los planes de pensiones estatales varía ampliamente, los pasivos de pensiones no financiados están ejerciendo una presión financiera creciente.
Añadió que las contribuciones insuficientes de los empleadores y empleados, junto con los beneficios relativamente generosos, han llevado a los pasivos no financiados y algunos estados ahora cubren los déficits de pensiones a través de transferencias directas con las cantidades necesarias que se espera que aumenten.
MRA