Especialistas en economía aseguran que la única forma de mantener la estabilidad económica de México para 2016 es con la aplicación de un “presupuesto responsable” que contemple la disminución del gasto público en programas que no sean fundamentales para la economía.
De acuerdo con el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Fausto Hernández Trillo; Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA Bancomer y Félix Boni, director general de Análisis de la calificadora HR, la desaceleración de la economía china y la caída en los precios del petróleo son factores externos que seguirán presionando a México, por lo que a nivel interno se tendría que maximizar la eficiencia del gasto público para por lo menos mantener el crecimiento y los niveles de empleo que ha venido registrando el país.
Caída del petróleo VS ajuste al gasto
Si bien la caída en los precios del petróleo provocó que hasta el primer semestre de este 2015 los ingresos por la venta de crudo ya sólo representaron el 18.6 por ciento de los ingresos totales del país, con 381 mil 879 millones de pesos, los especialistas coinciden en que en 2016 el desplome de los precios del oro negro provocará que estos recursos sean aún menores.
Tomando en cuenta esta variable, Carlos Serrano aseguró que sería prudente que el presupuesto considere precios relativamente bajos del petróleo; en línea con los que se pactaron en las coberturas petroleras (49 dólares por barril), de tal suerte que se tenga un presupuesto que no vaya a enfrentar falta de recursos.
“Esta es una oportunidad importante; 2016 va a ser un año fiscal complicado, pero es un reto y una oportunidad para comenzar a reducir la dependencia que se tiene del petróleo en temas fiscales”, aseguró Serrano.
El economista en jefe de BBVA Bancomer enfatizó en la necesidad de “que las disminuciones del precio del petróleo se traduzcan en un menor gasto y no en una mayor deuda”.
En esto coincidió el Doctor en Economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Fausto Hernández Trillo; sin embargo anticipó que la reducción al gasto del Gobierno Federal es sólo una medida que puede funcionar para el corto plazo.
Desaceleración china VS ajuste al gasto
Para el investigador del CIDE, una de las principales amenazas para el crecimiento de México –y de la economía mundial en general- el próximo año será la desaceleración de la economía china.
Dijo que si bien la relación comercial entre México y China no es de gran tamaño, a diferencia de países como Colombia, Brasil, Chile y Perú; la desaceleración de la segunda economía más grande del mundo sí provocará que los precios del petróleo caigan aún más, afectando a los ingresos petroleros mexicanos.
“Si hay desaceleración china todavía va a ser más complicado que el precio del petróleo repunte. China al ser una economía grande, es de los principales consumidores de hidrocarburos. Al consumir menos los precios mundiales bajan. Ahí es donde nos pega”, explicó.
Tomando esto en cuenta, dijo Hernández, el presupuesto federal -que se entregará a más tardar el 8 de septiembre- va a venir con un precio de petróleo muy bajo y va a tener que haber un recorte importante del gasto.
“Un mejor manejo del gasto sería una alternativa; pero tenemos un sector público disfuncional, poco transparente, con altos grados de discrecionalidad y que no sabe gastar”, alertó el investigador.
A pesar de este panorama, Hernández ve una ventana de oportunidad en el sector exportador nacional que se ha fortalecido en competitividad por la caída del peso.
“Somos competidores de China y no socios. La devaluación del peso fomenta nuestras exportaciones y eso en algo nos puede ayudar”, aseguró.
Deuda VS ajuste al gasto
Para el director general de Análisis de la Calificadora HR, Félix Boni, el principal desafío del Gobierno Federal en la aplicación de un Presupuesto Base Cero, es mantener un equilibrio entre el gasto público y la deuda pública; por lo que dijo se trata de una estrategia que tendrá un efecto a largo plazo y podrían no verse en 2016.
"No olvidemos que el gobierno tiene muchos retos para controlar el gasto, sobre todo el incremento de la deuda pública (…) veo difícil que en el mediano plazo se regrese al equilibrio fiscal. Ni en 2017 o 2018 se llegará al balance cero", dijo.
Explicó que la deuda de México, en proporción a su Producto Interno Bruto (PIB), pasó de un nivel de 40.4 por ciento, en diciembre de 2013, a 43.4 por ciento en 2014 y en junio se colocó en 45.3 por ciento.
El directivo dijo que este nivel de deuda es la variable más importante a cuidar para mantener la calificación crediticia del país.