El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) indicó que una mejor regulación en México es esencial, porque existen “innumerables trabas normativas” que obstaculizan las actividades de la economía.
Ejemplificó que los trámites para la apertura de nuevas empresas son “trámites largos y costosos”, lo que limita a los emprendedores a realizar sus actividades productivas, que a la vez inhiben el crecimiento económico, el empleo y la competitividad, además de “facilitar la corrupción”.
Agregó que es una carga que afecta particularmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, pues ante los costos onerosos muchas ocasiones optan por la informalidad, de tal forma que “la mala regulación incentiva la informalidad de las actividades económicas”.
Por lo anterior, subrayó que el principio general de la buena e “inteligente” regulación implica que los beneficios que genera para la sociedad superan los costos de su cumplimiento tanto a nivel privado como social.
“Una mala regulación inhibe el crecimiento económico, el empleo y la competitividad del país, además de facilitar la corrupción, incentiva la informalidad… Una regulación inteligente implica que los beneficios que genera para la sociedad superan los costos de cumplimiento”, añadió.
Destacó que la creación de una regulación que además promueva la inversión y el desarrollo, debería ser una tarea esencial de las autoridades y los gobiernos.
“Una regulación inteligente promueve la competitividad del país, ya que, al facilitar el funcionamiento del mercado y la competencia, se reducen los costos de la actividad económica. Ello es de suma importancia para el país ya que así se alienta la entrada de nuevas empresas, la inversión, la creación de empleos y, por lo tanto, el desarrollo económico con mayor nivel de bienestar social”, agregó.
