En agosto pasado, el desempleo se ubicó en 3.6 por ciento por tercer mes consecutivo, pero en comparación con el nivel del mismo mes de 2018 aumentó, mientras que la necesidad de trabajar más tiempo se mantuvo prácticamente sin cambios y la informalidad laboral tuvo un ligero descenso.
El director general de del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, indicó que el aumento del desempleo comparado con el registrado el año anterior, aunque todavía no es un foco rojo, refleja que la desaceleración económica se subestimó y ya es tangible en las personas, pues seguirá aumentando, para superar tasas de 4 por ciento en 2020.
De acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y con base en datos ajustados por estacionalidad, la tasa de desocupación, porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA) que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo, aumentó de 3.3 por ciento en agosto de 2018 a 3.6 por ciento en igual mes de 2019.
El director general de IDIC señaló que también debe observarse la tasa de ocupación en condiciones críticas, en donde los mexicanos al tener cada vez menos oportunidades en la formalidad y que genera prestaciones, tienen que recurrir a buscar un trabajo menos favorable, con condiciones precarias, esa ha incrementado en los últimos meses.
“El incremento modesto en la tasa de desocupación, pero también la variación que ha sufrido la ocupación en condiciones críticas, con bajos salarios, eso ya llega a la vida diaria de la población, de los hogares, lo que vemos es que la evolución de la economía ya se refleja en el bolsillo de los mexicanos y en las restricciones para encontrar empleo”, apuntó.
“Es el problema de haber subestimado la fuerza de la desaceleración económica y mientras no se tenga como prioridad la reactivación del crecimiento, evidentemente eso se va ver reflejado en variables que reflejarán la necesidad de poner al crecimiento como prioridad nacional”, sostuvo De la Cruz.
En tanto, la tasa de subocupación, referida al porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda, representó el 7.3 por ciento. En su comparación anual, esta tasa se mantuvo prácticamente sin variación.
Por su parte, la tasa de informalidad laboral (proporción de la población ocupada que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo) fue de 56.3 por ciento en agosto de este año, cifra superior a la de julio pasado, pero menor en 0.3 puntos respecto a la de igual mes de 2018.
Para José Luis De la Cruz, las acciones del gobierno federal para dinamizar la economía no van a tener los resultados esperados en lo que resta de 2019 ni en 2020 en una mejora en las condiciones de empleo, esto porque el presupuesto del gobierno se está ejerciendo con ajustes a la baja, que se refleja en menor inversión física, al tiempo que el sector privado también está invirtiendo menos y está dando menor seguridad social.
MRA