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El e-commerce mexicano marcha bien

Funciona gracias a la mayor adopción de tecnologías de telecomunicaciones, facilidades para el uso del comercio electrónico y un nuevo enfoque de las empresas mexicanas.


Luego de años de dificultades técnicas y logísticas, el comercio electrónico en México despega. Desde mediados del año pasado se mantienen una tendencia ascendente en este sector. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), las operaciones de comercio electrónico pasaron de 24,500 millones de pesos (mdp) en 2009 hasta 162,000 mdp en 2014, un crecimiento del 562% durante el período. Esta cifra acerca a México hacia la liga de los pesos pesados globales del comercio electrónico en el mundo.

Más aún, cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) registraron desde el año pasado un aumento del 107% en el índice de ingresos recibidos por las empresas comercializadoras de productos en internet, con una tendencia que no cesa de ascender. A favor del comercio electrónico en México juega una mayor adopción de tecnologías de telecomunicaciones, facilidades para el uso del comercio electrónico y un nuevo enfoque de las empresas mexicanas que hacen que esta forma de ventas parte fundamental de su estrategia comercial.

Una de las principales causas en el crecimiento del comercio electrónico en México sería el crecimiento del número de usuarios de internet en el país. De acuerdo con un análisis realizado por Adrien Le Monze para la empresa Ekos Global “en 2013 México tuvo alrededor de 8.4 millones de clientes online y las perspectivas indican que este número crecerá en un 114% hasta llegar a 18 millones de clientes en el 2018”. Según AMIPCI, el ritmo de crecimiento en la cantidad de usuarios ha incrementado a un ritmo promedio del 4.7% en los últimos 5 años hasta llegar a 53.9 millones de usuarios en 2014.

No solo han crecido los usuarios de internet, también la cantidad de usuarios de plataformas móviles. “Uno de los impulsores de las ventas ha sido el comercio móvil, pues estimamos que 30% de las visitas que recibimos provienen dispositivos como smartphones o tablets”, dice Eric Pérez Grovas, presidente de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO). No es extraño, considerando que hacia mediados de año en el país operan alrededor de 62.5 millones de teléfonos inteligentes, según la consultora The CiU.

Más aún, las empresas de comercio electrónico parecen haber roto algunas de las barreras que evitaban que los consumidores se acercaran a esta nueva forma de comprar. “Trabajamos muchísimo con bancos e incluso con cadenas comerciales para permitir sistemas de pago no monetarios y romper con la barrera que constituía la tarjeta de crédito”, dijo el director de Linio en México, Bernardo Cordero.

Otro emprendedor del comercio electrónico, Salvador Kalifa, cofundador de Bebe2Go.com, empresa especializada en productos para bebé dijo que “desde el inicio de nuestras operaciones en 2012 tuvimos dos cosas en mente: la seguridad de los clientes y acercarles la mayor cantidad de productos para bebé en un mismo sitio web”.

Inicialmente, las empresas que incursionaban en el comercio electrónico solían ser enormes como Walmart o El Palacio de Hierro, con grandes redes logísticas y capacidad para incurrir en el riesgo financiero que implicaba el desarrollo de tiendas electrónicas. Ahora cada vez más empresas medianas e incluso pequeñas incursionan en este mundo. Según Rafael Fernández, Vicepresidente para América Latina en GoDaddy, compañía que habilita sitios web para empresas, “una encuesta que hicimos determinó que alrededor de 62% de las pequeñas y microempresas del país no tenían una presencia en internet, pero 86% piensa tenerla en el futuro”. De hecho la empresa lanzará en el país en los próximos meses un servicio de habilitación de tiendas de comercio electrónico para las más pequeñas.

Otra tendencia que impulsa el comercio electrónico tiene que ver con nuevos enfoques que la industria nacional del comercio al detalle tiene acerca de este tipo de comercio. “Al inicio del comercio electrónico, las empresas lo concebían como un proceso aislado, pero ahora existen nuevas formas de comercio electrónico que abarcan a la tienda física: compras en línea que se recogen en la tienda o adquisiciones hechas desde kioskos digitales dentro de las tiendas”, dice Sergio Solanot, director general de la empresa de servicios para el comercio electrónico Entrepids. Esta última ha sido la estrategia de Walmart, que desde 2013 tiene habilitados kioskos para hacer adquisiciones en línea en sus tiendas Walmart Supercenter.

El comercio electrónico solo tiene horizontes positivos y solo podrá mejorar. Según la consultora eMarketer el año pasado las ventas mundiales de comercio electrónico ascendieron a 22.4 millones de millones de dólares, liderados por países como China, que facturó el año pasado 426,000 mdd en ventas por este rubro el año pasado, o Brasil, que realizó ventas por 16,280 mdd en el mismo período. En México las ventas estimadas por AMIPCI rondan los 12,200 mdd, sin embargo un análisis de la empresa de servicios para comercio electrónico Ekos estima que el comercio electrónico mexicano crecerá 17.6% en los próximos tres años. Así, hacia el 2018, el comercio electrónico en el país podría llegar a unos 365,000 mdp, unos 21,909 mdd a un tipo de cambio de 16.65 pesos por dólar.

“Las redes sociales han ayudado mucho a mejorar el conocimiento sobre el comercio electrónico en el país y es raro que una persona que haya probado el comercio electrónico lo abandone, los asociados se han esmerado en hacer que la experiencia de compra sea lo más eficiente posible”, dice Eric Pérez Grovas de AMVO. A su vez, el ejecutivo Rafael Fernández en GoDaddy dijo que “inicialmente las empresas, sobre todo las pequeñas, inician con un sitio web informativo, pero cada vez más la usan como herramienta de comunicación y como una herramienta de comercio electrónico, a medida que las barreras de acceso a esta forma de ventas se simplifican y el costo se reduce”.

Por otro, la industria ha creado sus propias fechas clave para estimular esta forma de consumo. Desde 2013 la AMVO creó el Hot Sale, un evento donde las empresas de comercio electrónico realizan promociones exclusivas, “más de un centenar de tiendas participaron este mayo y hemos tenido registro de empresas que reciben incluso hasta cinco veces más tráfico durante estos días, gracias a la buena promoción y uso de herramientas como las redes sociales”. Además, para buena fortuna del sector, eventos de fin de año como El Buen Fin, Cyberlunes y el Viernes Negro hacen que la gente se apoye del comercio electrónico como herramienta para tomar decisiones, explica Kalifa de Bebe2Go.com. Y muchos, se animan a comprar. Según AMIPCI, 63$ de los mexicanos señala una mayor intensión de compra en línea en la temporada de fin de año y Navidad.

De momento la receta del comercio electrónico en México ha sido exitosa y es posible que más mexicanos se unan a esta ola digital. El análisis de Adrien Le Monze en Ekos indica que en 2018 la base de consumidores mexicanos en tiendas digitales podría llegar a los 18 millones, desde una base estimada en 8.4 en 2013. Es imposible predecir el futuro de una industria, pero los ingredientes en la receta mexicana del comercio electrónico están haciendo un guiso de buen sabor de boca.

Rumbo al reto global de las ventas en línea

El gran desafío del comercio electrónico en el país es cruzar las fronteras y vender al mundo entero.

De 2014 a 2019, el comercio electrónico crecerá a un ritmo ocho veces mayor que el crecimiento del producto interno bruto mundial (PIB) y los comerciantes mexicanos no están listos para esta avalancha.

La economía global registrará un incremento de 4.5%, mientras que la compraventa en línea transfronteriza llegará a 35% de crecimiento en el quinquenio, según un análisis de UPS apoyado en datos de las consultoras eMarketer e IHS.

“Demasiados minoristas latinoamericanos no están abriendo sus puertas para el comercio global. Si soy un minorista mexicano y solo vendo en México, que me ha funcionado por 50 años, pero ahora que el mundo es global y la gente tiene teléfonos inteligentes, no les estoy ofreciendo mi producto”, dice el vicepresidente de Estrategia global de retail en UPS, Steve Brill.

Solamente 16% de los minoristas mexicanos más importantes ofrece servicio de envío internacional, según el analista Internet Retailer. De los 500 más importantes de América Latina, 58 son mexicanos, mientras que 300 son de Brasil. Un factor que estimula este mercado en el gigante sudamericano es la alta inclusión financiera, que alcanza 68%, frente a un 39% en México, según el Banco Mundial, así como un mercado interno potente, de 110 millones de internautas, comparado con cerca de 60 millones en México.

Tan solo en México, tres de cada cuatro internautas compraron en línea de enero a marzo de 2015. De ellos, 57% hizo al menos una compra en tiendas internacionales, según datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI).

“Los minoristas extranjeros comercializan sus bienes en tu país. Eso es con lo que compites. Si soy un minorista mexicano y no me ofrezco fuera de México, todo lo que vendo es a la población local. Si, por el contrario, ofrezco mis productos a todo el mundo, mi audiencia crece a los 3,000 millones de usuarios de internet (global). Todos empezaron como minoristas en su país, pero en una economía global tienes que pensar cómo expandirte globalmente”, agrega Brill.

En general, el mexicano que hace compras en línea gasta un promedio de 306 dólares anuales, según datos de UPS.

Por Jennifer Juárez/Kentucky, EU.

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