Las deficiencias en la gobernabilidad y en la aplicación de la ley en México siguen limitando la inversión, lo que ha deteriorado la efectividad de las reformas estructurales, aseguró la agencia calificadora Standard & Poor's.
En un artículo titulado “Reto de México para crecer es más político que económico”, la agencia calificadora señala que aún cuando México aprobó más reformas estructurales que la mayoría de los mercados emergentes, la tasa de crecimiento del PIB de México ha sido decepcionante en las últimas dos décadas.
Señala que el crecimiento del PIB real per cápita durante 2011-2015 promedió solamente 1.7 por ciento, lo que es lento para una economía emergente.
Este bajo crecimiento, abunda, ha contribuido a un firme aumento de la carga de la deuda del gobierno general de México, que probablemente se acerque a entre 47 por ciento y 48 por ciento del PIB en 2018-2019, desde solo 28 por ciento en 2005.
Si bien reconoce que la combinación de reformas estructurales, políticas fiscales y monetarias cautelosas y un tipo de cambio de libre flotación ha mantenido la estabilidad económica en México en los últimos años; “esto ha tenido un bajo impacto para impulsar la inversión privada, lo que aunado a la baja inversión del sector público en infraestructura, ha limitado la tasa de crecimiento del PIB del país”.
CPR