El incremento al precio de insumos para la construcción, particularmente el acero cuyo porcentaje en los últimos dos años creció hasta un 40 por ciento, limita la ejecución de diversas obras tanto públicas como privadas al reajustarse los presupuestos de los proyectos destinados, a pesar del equilibrio que genera la disminución en la adquisición del cemento.
El tema registrado en este ciclo, mencionó la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), afecta no solo a las empresas, también a quienes invierten tanto gobiernos e iniciativa privada al interrumpirse sus planes o bien elevan el recursos asignado con antelación, destacó Gerardo Holguín López, presidente de la Delegación en Tamaulipas.
“El incremento de la materia prima inhibe la inversión pues sí se contaba con un presupuesto a ejercer para un proyecto, ya no se realiza por el alza del precio en los insumos. O lo pospones o lo aminoras. Tan solo en los dos últimos años, el costo del acero se ha incrementado hasta un 40 por ciento”, agregó.
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El mencionado sector se ha visto afectado recientemente por la inflación, que de manera escalonada tuvo repercusiones durante el 2022, sin embargo, comúnmente productos como la varilla, cemento, grava, arena, herramientas, equipo y demás implementos, cuentan con alzas anuales.
“También la grava y la arena han tenido su incremento; aunque hay una ligera disminución en el cemento, alrededor del 15 por ciento, no deja de tener repercusiones en cada una de las obras. Si quieres instalar una losa en cualquier casa ya no sale al mismo precio de lo previsto, es decir, si la tonelada de varilla te costaba antes 15 mil pesos, ahora anda en los 27 mil pesos”, apuntó Holguín López.
Algunos planes en el sector privado se retrasaron en su entrega original, mientras obras públicas crecieron en los montos destinados por las autoridades.
