La Serie Nascar es una de las categorías más atractivas del automovilismo, pero también de las más riesgosas, y esto quedó demostrado el pasado fin de semana en la pista de Daytona Beach, en donde se registró un escalofriante accidente, en donde un auto voló y se estrelló en el muro de contención.
Los bólidos se aproximaban a una de las curvas más cerradas del circuito en donde normalmente se aprovecha para rebasar, pero a más de 300 km/h, hubo una colisión múltiple que provocó que el auto de Austin Dillon se elevara por los aires y se impactara en la reja y muro de contención.
El carro de Dillon se hizo pedazos mientras giraba sobre el muro, en donde había gradas, afortunadamente, no hubo victimas que lamentar, pero si 30 lesionados, a quienes les cayeron partes del bólido.
Además, algunos de los carros involucrados y que lanzaron por el aire a Dillon, se incendiaron en la pista, provocando una carambola espectacular en la que ningún piloto salió con heridas graves.
Austin Dillon, quien llevó la peor parte, sorprendentemente salió ileso de lo que quedaba del carro, y por su propio pie; un aparatoso percance que pudo terminar en tragedia.
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