El periodista y presentador de Univisión, Jorge Ramos, fue expulsado por Donald Trump de la conferencia de prensa que daba en Dubuque, Iowa, por presuntamente haberlo interrumpido.
El incidente se produjo durante una sesión de preguntas y respuestas en la que Ramos se levantó para hacer una pregunta sobre migración al aspirante republicano a la Casa Blanca, quien le dio la palabra a otro periodista.
Cuando Ramos insistió, Trump se irritó. "Discúlpeme, siéntese, usted no fue llamado. Siéntese", le dijo el magnate. "Tengo derecho a hacer una pregunta", replicó Ramos.
El intercambio de palabras continuó hasta que Trump finalmente le dijo "regrésate a Univisión" e instantes más tarde volteó a ver a un integrante de su equipo de seguridad, quien se acercó al periodista y lo obligó a salir de la sala.
Tras la expulsión de Ramos, Trump dijo que no tenía nada contra él y que sólo quería que se adaptara a las normas. "Estaba fuera de lugar. Habría aceptado preguntas en dos segundos, pero se levantó y empezó a gritar", dijo Trump cuando otro reportero le preguntó sobre el incidente con Ramos.
"No me importa si regresa", agregó. Ramos volvió, recibió la bienvenida de Trump y procedió a formular una serie de preguntas sobre migración, con lo que inició un estira y afloja con el candidato.
Trump también recibió preguntas sobre su polémica con la presentadora de Fox News Megyn Kelly, la moderadora que le hizo duras preguntas durante el debate de precandidatos republicanos el 6 de agosto. El lunes, Trump recibió críticas intensas por sus tuits y retuits sobre Kelly, a la que llamó "bimbo" (rubia tonta).
Este incidente en Twitter llevó al presidente de Fox News, Roger Ailes, a pedir a Trump una disculpa por el ataque "inaceptable" y "molesto". Sin embargo, el magnate contraatacó.
"No me importa Megyn Kelly, pero no me voy a disculpar", dijo. "Probablemente sea ella la que debería pedirme disculpas a mí, pero simplemente, no me importa", agregó.
El respaldo de los republicanos a Jeb Bush en la carrera por la nominación presidencial del partido va en picada, y Donald Trump tiene una ventaja de 20 puntos porcentuales respecto a su rival más cercano, de acuerdo con una encuesta de Reuters/Ipsos dada a conocer el martes.
El apoyo a Bush entre los republicanos cayó desde un 16 a un 8 por ciento en los últimos cinco días, según el sondeo online, tras la polémica del gobernador de Florida con Trump respecto a la política migratoria.
