El presidente estadunidense, Donald Trump, adelantó, el martes 5 de agosto, que espera anunciar la próxima semana aranceles a los semiconductores y chips para forzar a que esos componentes de alta tecnología se fabriquen en Estados Unidos, al tiempo que dijo que está pensando en elevar las tarifas a los productos farmacéuticos hasta el 250% progresivamente.
En entrevista, en al canal económico CNBC, Trump aseguró que la próxima semana su Administración anunciará aranceles específicos a los semiconductores y chips, "porque queremos que se hagan en Estados Unidos".
También recordó la multimillonaria inversión que la taiwanesa TSMC ha hecho en Arizona (durante el mandato de Joe Biden) para producir estos componentes en Estados Unidos.

Aranceles a productos farmacéuticos
En cuanto a los productos farmacéuticos dijo que en un principio el aumento de aranceles será pequeño para que dentro de un año, "o en año y medio máximo", se incrementen el 150%, a lo que añadió: "luego subirán al 250%", el aumento sectorial más alto pronunciado por el mandatario hasta el momento.
Trump también defendió en su entrevista la amenaza de nuevos aranceles a países como Suiza, con un aumento del 39 % si no hay acuerdo esta semana, porque son países que tienen un alto déficit con Estados Unidos.
Asimismo, dijo que en las "próximas 24 horas" podría anunciar nuevos aranceles a India por la compra de petróleo ruso, "que ayuda financiar la máquina de guerra", después de acordar aumentar las barreras comerciales al país un 25 por ciento.
¿Cómo repercutirá los aranceles en la economía de EU?
Trump y sus partidarios argumentan que unos aranceles más elevados animarán a muchas más empresas a producir en Estados Unidos, lo que creará puestos de trabajo en fábricas estadounidenses y tendrá un impacto mínimo en las empresas y los consumidores.
El presidente también insiste en que serán los gobiernos extranjeros, y no las empresas o los consumidores estadounidenses, quienes pagarán los aranceles, a pesar de que, según investigaciones realizadas hace tiempo, los estadunidenses son, en última instancia, quienes se llevan la peor parte.
Sin embargo, muchos economistas siguen pronosticando que los aranceles de Donald Trump provocarán un aumento de los precios, tanto para las empresas que importan productos como para los consumidores que los compran. Esperan que eso ralentice la economía y frene, al menos en cierta medida, los esfuerzos del presidente por reactivar la industria manufacturera.
En las últimas semanas, fabricantes de automóviles como General Motors y Volkswagen han registrado pérdidas de más de 1000 millones de dólares a causa de los aranceles.
RM