Arabia Saudita planea construir una megalópolis futurista llamada 'The Line' de alrededor de 170 kilómetros con dos rascacielos cubiertos de espejos, utilizando energías renovables, autos voladores y robots domésticos.
El proyecto emblemático de la empresa NEOM de príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, busca diversificar la economía del reino petrolero, aunque se ha escuchado hablar mucho del ella, desde su primer anuncio en 2017, arquitectos y economistas ponen en duda su viabilidad.
Inicialmente, NEOM se presentó como una "Silicon Valley" regional, un centro de biotecnología y tecnología digital que abarca 26 mil 500 kilómetros cuadrados.
Pero en la presentación de "The Line", el príncipe esbozó una visión más ambiciosa, describiendo una ciudad utópica sin coches, la más habitable "en todo el planeta".
Sin carreteras ni calles
De acuerdo a la agencia oficial de prensa saudita (SPA) 'The Line' no tendrá ni carreteras ni calles ni automóviles y funcionará con energías 100 por ciento renovables, priorizará la salud y el bienestar de las personas, sobre el transporte y las infraestructuras como en las ciudades tradiciones.
Una de las características más llamativas de la futurista metrópoli son sus medidas: 200 metros de ancho, 170 kilómetros de largo y a 500 metros sobre el nivel del mar. Por lo tanto, será como una larga línea metálica en medio de la nada.

The Line, cubierta por espejos
Además, 'The Line' estará cubierta por millones de espejos solo visibles desde el exterior. En su interior podremos encontrar desde un estadio hasta un puerto deportivo en el Mar Rojo y, por supuesto, un aeropuerto de conexión con el resto del país. La ciudad está pensada para albergar hasta nueve millones de personas y se extenderá por una superficie de apenas 34 kilómetros cuadrados.

El proyecto todavía se encuentra en una fase inicial, aunque algunos pronostican que quizás se incluya en Saudi Vision 2030, el plan con el que las autoridades saudíes quieren reducir la dependencia del país del petróleo.
LG