Bart Whitaker, un estadunidense que quiso asesinar a toda su familia, debe ser ejecutado el jueves en Texas, pese a la petición de clemencia de su padre, un ferviente cristiano que espera una suspensión de última hora.
La intensidad de este drama familiar impacta a Estados Unidos. Por un lado, hay un hijo asesino de su madre y de su hermano, que también quería matar a su padre. Por otro, hay un padre, que aún gravemente herido y sin saber quién estaba detrás del ataque, decidió perdonar al asesino, por ser un firme creyente en la redención.
En una rara coincidencia, otros dos estados en Estados Unidos tienen previsto ejecutar cada uno a un prisionero este mismo jueves. En ambos casos, los abogados de los convictos también tienen fuertes argumentos para impedir que se concreten las sentencias.
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De manera excepcional, la estatal Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas recomendó el martes clemencia para Whitaker.
La decisión final está ahora en manos del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott. Pero el tiempo corre: el preso de 38 años debe recibir una inyección letal a las 18 horas locales.
La historia que busca un "perdón milagroso"
En 2003, Bart contrató a un pistolero para liberarse de sus padres y de su hermano, contra los que había acumulado su odio.
El entonces veinteañero montó un falso robo, afirmando haber sido disparado durante el sangriento ataque. Su madre Tricia, de 51 años, y su hermano Kevin, de 19, resultaron fatalmente heridos.
Durante siete meses, Kent Whitaker vivió con su hijo Bart ignorando que él era el responsable de la tragedia familiar, mientras los policías avanzaban en la investigación que finalmente lo halló culpable.
Para entonces el padre ya había perdonado al asesino. Lo decidió la noche misma del tiroteo, con el tórax perforado por una bala 9mm, cuando, según dijo, Dios fue a su encuentro y lo ayudó a llegar a un "perdón milagroso".
"Vivo con la magnitud de la pérdida todos los días. Pero Dios me ayudó a alcanzar ese completo perdón y creo que lo hizo para ayudarme a reconstruir mi relación con mi hijo", contó.
ESS