El hombre sospechoso de haber decapitado a una niña de cuatro años en Taipei el lunes fue atacado durante su traslado por la policía por una multitud en cólera, conmocionada por el asesinato.
El parlamento taiwanés decidió avanzar el examen de una proposición de ley para endurecer las penas, al mismo tiempo que muchas voces se alzaban el martes para criticar a los partidarios de la abolición de la pena de muerte.
El hombre de 33 años, identificado con el nombre de Wang y conocido por varios casos de estupefacientes, es sospechoso de haber atrapado a la niña el lunes mientras iba en bicicleta con su madre en Taipéi, según la policía.
Cuando la madre fue a socorrer a la niña, él la empujó, y al parecer decapitó rápidamente a la niña con un cuchillo de cocina. El hombre fue detenido en el lugar del crimen, precisó la policía.
El periódico taiwanés Apple Daily informó que el sospechoso, sin empleo, vivía con sus padres y había sido anteriormente hospitalizado por problemas mentales. Este segundo asesinato de un niño en Taiwán en menos de un año conmocionó a la isla y desató un gran número de críticas contra los partidarios de la abolición de la pena de muerte.
El parlamento anunció el martes que iba a avanzar el examen, ahora previsto el jueves, de un texto que confirme que los asesinos de menores de doce años sean sentenciados a la pena capital o, como mínimo, para las personas con problemas mentales graves, a cadena perpetua.
