Más Internacional

Con muros (como el de Trump), México y EU saldrán perdiendo: Universidad de Notre Dame

John Jenkins, rector de la Universidad de Notre Dame, advirtió sobre los peligros del nativismo y la creación de chivos expiatorios por los males de la globalización.

Frente al ascenso de la intolerancia racial, política y religiosa las comunidades de México y Estados Unidos deben tender puentes, en lugar de muros; de lo contrario ambas naciones saldrán perdiendo, dijo el reverendo John Jenkins, rector de la Universidad de Notre Dame, una de las más importantes en los Estados Unidos.

"A través de la historia, personas han encontrado atractivo en apelar a lo peor de nosotros, al miedo, a satanizar a ciertos grupos, siempre ha sido así. Cuando haces eso demeritas el debate político, y eso lo estoy viendo en los Estados Unidos. (...) Hay grandes miedos y animosidad y algunos están jugando con estos sentimientos efectivamente, pero no podemos ceder", platicó Jenkins durante una charla con periodistas en el Club de Industriales, en la Ciudad de México.

Aunque prefiere no hacer referencia directamente a Donald Trump y su campaña neonativista en la que defiende que "debemos tener de vuelta nuestro país", Jenkins comentó que "cualquier cosa que nos quiera convertir en enemigos, hacer menos al otro, es contra lo que nos tenemos que oponer".

La migración ilegal de mexicanos hacia los Estados Unidos ha sido catalogada como la vía para la llegada de criminales, violadores y alguna que otra gente de bien por el virtual candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos.

Según Jenkins, miembro de la Órden de la Sagrada Cruz, los insultos hacia México y sus habitantes han sido "groseros" y un "teatro político insultante".

"México es un socio comercial vital para Estados Unidos. Geográficamente está cerca, pero más importante aún es que hay una unión con la cultura de México y los Estados Unidos.

"Mi creencia es que la relación con México mejora a los Estados Unidos, mediante una amistad profunda y una más profunda apreciación de la cultura mexicana. Estoy seguro que ese es el futuro de los Estados Unidos, y de México, y eso es lo que tenemos que proteger. Los elementos negativos son temporales, están basados en el miedo, son reales, pero podemos contra ellos", dijo.

Para el también teólogo, México es la más reciente parada en un camino que lo ha llevado por Brasil, Argentina y Chile con el objetivo de establecer lazos entre la universidad y Latinoamérica. En el país próximamente iniciará un centro de enlace entre sus actividades, oferta educativa e ideología.

"Déjenme asegurarles que la brújula de Notre Dame apunta hacia el sur", dijo recientemente.

Jenkings reconoció que la globalización y el crecimiento de la región latinoamericana obligaron a la institución a voltear a otras partes además de Europa, donde ya cuenta con centros –como el próximo a iniciar operaciones en México– en Inglaterra, Alemania e Italia.

Antes los irlandeses, ahora los mexicanos

Desde la lejanía de Indiana, el mejor embajador de Notre Dame en México ha sido el deporte. Según la mitología universitaria, en 1927 los hermanos Alejandro y Leopoldo Noriega fundaron un equipo de futbol americano uniformados con el oro y el azul representativos de los Fighting Irish de la universidad de Notre Dame; agrupación que en los años 40 se convertiría en los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Precisamente el nombre que hiciera famosa a Notre Dame en México parte de un término despectivo promovido por grupos nativistas estadunidenses hacia la comunidad migrante del Siglo XIX. Sobre los irlandeses católicos corría el chiste de ser explosivos, alcohólicos y brabucones. Este prejuicio fue retomado por la universidad católica y lo resignificó como su identidad.

"Los irlandeses fueron segregados. Eso ha cambiado, porque las personas comparten ciudades, espacios, tareas. Eso toma tiempo, pero no hay alternativa al diálogo. y la integración constructiva", comentó optimista sobre el futuro entre Estados Unidos y México.

"Entiendo que la globalización y sus consecuencias hacia las personas hace a las personas nerviosas, fomenta la animosidad, crea chivos expiatorios. Las personas que están en niveles socioeconómicos bajos sienten probablemente sus desventajas, no tienen la capacidad de tomar ventaja de la globalización", dijo.

De acuerdo con diversos estudios estadísticos y recuentos periodísticos, el combustible del cohete con el que Trump desafió al establishment republicamo de los Estados Unidos fue el voto blanco pobre, en gran medida conformado por obreros cuyas fuentes de empleo han migrado a otras latitudes con mano de obra más barata, como México.

Según Trump, los acuerdos comerciales de Estados Unidos con el mundo han propiciado un pillaje internacional de las fuentes de empleo para los estadounidenses. Al cancelarlos, obligará a las grandes empresas como Apple o las galletas Óreo a regresar, deteniendo la sangría del American Way of life, según él.

Cuestionado sobre la posibilidad real del ascenso al poder de Trump en los comicios de este año, dijo confiar en los contrapesos que la democracia estadounidense ha logrado crear.

"Tengo la esperanza de que un formato en el que haya seriedad los debates iluminará a las personas sobre quién debe de guiar al país. (...) El gobierno está dividido (administrativamente) y el presidente no es un zar. Las personas deberán de tomar la responsabilidad de hacer avanzar a los Estados Unidos", dijo.

Advirtió que "debemos encontrar un camino para no ceder a esas tendencias que llaman a los peores sentimientos: miedo, odio y degradación del otro. Si vamos por este camino oscuro, México y los Estados serán cada vez más pobres".

Aunque no hay respuestas simples, el académico refirió que el intercambio educativo, las asociaciones empresariales y la integración política son las principales avenidas para un mayor entendimiento entre las sociedades estadounidense y mexicana.

Haciendo eco del mensaje del papa Francisco –a quien conoce en persona–, dijo que el clero binacional cuenta con altas responsabilidades en cerrar las heridas que están separando a ambos países, al predicar con el ejemplo de la entereza, el entendimiento y respeto hacia el otro.

En mayo pasado Notre Dame reconoció al vicepresidente Joe Biden por su "servicio destacado a la iglesia y la sociedad". El festejo a Biden, un promotor activo de la interrupción del embarazo y el matrimonio gay, enfureció a organizaciones conservadoras, las cuales criticaron a Notre Dame, y a Jenkins de paso, por no ser lo suficientemente católicos. En el mismo evento el republicano John Boehner también fue reconocido.

Para Jenkins, estas críticas no son serias. Lo que se necesita, según él, es la convergencia de distintas formas de pensar para crecer como nación.

"La pregunta es ¿cómo los recursos de las grandes fes del mundo pueden ser dirigidas hacia lo mejor, para generar justicia y sacar lo mejor de las personas y no al contrario? Debemos encontrar los recursos que le sirvan a la paz y a la humanidad", dijo.

"La historia de México es una positiva. Si, con grandes retos, pero no puedes negar la vivacidad económica. Hay problemas, hay reacciones (de odio) a eso, pero tenemos que resistir. Hay tanta promesa (para México y los Estados Unidos) y debemos evitar tropezarnos con nuestros miedos. Debemos reconocer que lo que nos une es más profundo, más fuerte, más duradero, que lo que nos divide. La esperanza es más profunda".

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.