Mauricio Macri tomó protesta como nuevo presidente de Argentina para un periodo de cuatro años.
"Yo Mauricio Macri juro por Dios, Nuestro Señor y estos santos evangelios desempeñar con lealtad y honestidad el cargo de presidente de la nación y observar y hacer observar con fidelidad la constitución de la nación Argentina. Si yo no lo hiciere que Dios y la patria me lo demanden", dijo el mandatario en el Congreso, a donde no acudió la presidenta saliente Cristina Fernández.
Macri hizo un llamado a la unidad del país en su primer discurso como presidente. Dijo que sus principales objetivos serán "la pobreza cero, derrotar al narcotráfico y unir a todos los argentinos".
Agregó que su mandato será un "tiempo de construcción con más justicia social", "unido en la diversidad" para que el "proyecto común" esté por encima de las disensiones.
"Queremos el aporte de todos, de la gente que se siente de izquierda y de derecha, de los peronistas y antiperonistas, de los jóvenes que se siente en la edad de la transgresión" y de los más mayores con experiencia, sostuvo.
Tras la toma de protesta, Macri recibió el bastón de mando y la banda presidencial en la Casa Rosada, sede de la presidencia.
El senador Federico Pinedo, quien desde la medianoche fue durante doce horas la máxima autoridad del país, fue el encargado de entregar los atributos de mando, ante la negativa de la ex mandataria Cristina Fernández de participar en la ceremonia.
Macri quiso retomar la tradición previa al kirchnerismo y tomar los atributos en la Casa Rosada, mientras que Fernández pretendía entregárselos en el Congreso, siguiendo una costumbre que estrenó el fallecido Néstor Kirchner y que había seguido ella misma.
El mandatario argentino recurrió a la Justicia, que limitó el mandato de Fernández a la medianoche del miércoles y despejó a Macri el camino para organizar su protocolo de investidura.
Macri, partió desde su residencia en dirección al Congreso argentino, donde prestó juramento como nuevo presidente del país.
Puntual respecto al horario previsto, Macri salió en un automóvil blanco, acompañado por su esposa, Juliana Awada, y su hija, Antonia, de 4 años.
En medio de fuertes medidas de seguridad, miles de argentinos se congregaron en las principales avenidas de la ciudad para ver desfilar al nuevo mandatario.
A su partida del inmueble, los simpatizantes se abalanzaron sobre el automóvil para ver a Macri, quien durante el trayecto saludó a los ciudadanos sacando la mano por fuera de la ventanilla.
Minutos antes de su partida, Macri había salido al balcón de su casa junto a su familia para saludar a los cientos de simpatizantes congregados frente al edificio.
Miembros del cuerpo de granaderos lo escoltaron en el tramo final del recorrido hasta el Congreso, como es tradicional.
Banderas de Argentina, tambores, pancartas, camisetas y proclamas de apoyo a Macri pusieron la nota de color a una jornada que transcurre sin incidentes y con ambiente festivo en la capital.
En los actos de asunción estuvieron presentes mandatarios extranjeros como la presidenta chilena, Michelle Bachelet, la brasileña, Dilma Rousseff, el ecuatoriano Rafael Correa, el colombiano Juan Manuel Santos y el boliviano Evo Morales.
En representación de España acudió el rey Juan Carlos I, de Perú el presidente Ollanta Humala; de Paraguay, su par Horacio Cartés, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Serbia, Tomislav Nikolic.
Además, asistieron a la ceremonia de asunción presidencial el vicepresidente de la Comisión Europea, el letón Valdis Dombrovskis y la responsable de América Latina del Departamento de Estado estadunidense, Roberta Jacobson.
