Este jueves, Robert Prevost se convirtió en el nuevo papa León XIV, y las redes sociales se han inundado de noticias, opiniones y posturas que ha emitido con anterioridad sobre diversos temas. Uno de ellos, y de los que más controversia ha causado, es el de los casos de abuso en la Iglesia católica, ¿qué ha dicho el nuevo pontífice al respecto?
En una de las pocas entrevistas que dio cuando era prefecto del Dicasterio para los Obispos, Prevost, nacido en Chicago, Estados Unidos, pero misionero primero y obispo en Chiclayo, Perú, aseguró al medio del Vaticano que deberían ser “transparentes y acompañar a las víctimas” en los casos de abuso.
El 8 de septiembre de 2024, un noticiero de Perú emitió un reportaje que retomaba la historia de tres mujeres, quienes presuntamente habían sido víctimas de abuso sexual del padre Eleuterio Vásquez González. Según lo compartido por el medio informativo, los actos de abuso ocurrieron en el año 2004 y Robert Prevost habría encubierto al sacerdote.
Ante esto, la Diócesis de Chiclayo emitió un comunicado al día siguiente con el que desestimó los señalamientos en contra de Prevost, y compartió una reconstrucción del caso a partir del momento de la denuncia.
Acorde con la versión de la iglesia, fue en abril de 2022 cuando las tres jóvenes se reunieron con Robert Francis Prevost, cuando se desempeñaba como obispo de Chiclayo.
“Recibida la denuncia se procedió a la aplicación de las medidas cautelares para iniciar la investigación previa”, señalaba el comunicado. Entre las acciones tomadas, el padre Eleuterio Vásquez fue apartado de la parroquia que tenía encomendada y se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal.
¿Qué opina el papa León XIV de los abusos en la Iglesia?
En una entrevista, el ahora Papa reconoció que en temas de sancionar y evitar los abusos sexuales contra menores dentro de los Iglesia Católica “estamos en camino”, pues aunque hay avances aún queda mucho por hacer.
“Hay lugares en los que se ha hecho un buen trabajo ya desde hace años y las normas son puestas en práctica. Al mismo tiempo, creo que aún queda mucho por aprender. Me refiero a la urgencia y a la responsabilidad de acompañar a las víctimas. Una de las dificultades que surgen muchas veces es que el obispo debe estar cerca de sus sacerdotes, como ya he dicho, y debe estar cerca de las víctimas”, dijo.
Prevost señaló que hay quienes recomiendan que no sea el obispo directamente quien reciba a las víctimas, pero “no podemos cerrar el corazón, la puerta de la Iglesia a las personas que han sufrido abusos”.
“La responsabilidad del obispo es grande y creo que todavía tenemos que hacer grandes esfuerzos para responder a esta situación que está causando tanto dolor en la Iglesia. Llevará tiempo, estamos tratando trabajar juntos con los demás dicasterios.
“Creo que forma parte de la misión de nuestro dicasterio acompañar a los obispos que no han recibido la preparación necesaria para afrontar este tema. Es urgente y necesario que seamos más responsables y más sensibles sobre esto”, comentó.
Recordó que existen leyes, pero es más difícil “cambiar las mentalidades”. Explicó que “hay mucha diferencia entre una cultura y otra sobre cómo se reacciona en estas situaciones”, pues mientras en algunos países se ha roto el tabú de hablar del tema, en otros las víctimas sus familias “nunca querrían hablar de los abusos sufridos. En cualquier caso, el silencio no es una respuesta”.
“El silencio no es la solución. Debemos ser transparentes y sinceros, acompañar y ayudar a las víctimas, porque de lo contrario sus heridas nunca cicatrizarán. En esto hay una gran responsabilidad para todos nosotros”, apuntó.
LP