El Senado de Argentina aprobó este miércoles y convirtió en ley un proyecto que habilita al gobierno de Alberto Fernández a dar los pasos formales necesarios para la reestructuración de la abultada deuda soberana del país emitida bajo legislación extranjera.
La iniciativa, que ya había sido aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados, recibió por unanimidad el visto bueno en el Senado.
La aprobación de la ley impulsada por el oficialismo se produce en paralelo con el fin de la gira emprendida la semana pasada por Fernández por Europa en busca de apoyo para las negociaciones que Argentina también pretende entablar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La nueva Ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Emitida bajo Legislación Extranjera habilita al ministro de Economía, Martín Guzmán, a realizar una serie de acciones para reestructurar bonos emitidos bajo ley extranjera.
La norma indica que el ejecutivo determinará los montos nominales de la deuda alcanzados por la inminente reestructuración y autoriza al Ministerio de Economía a emitir nuevos títulos públicos para un eventual canje.
También da libertad a Guzmán para determinar los plazos y procedimientos de emisión de nuevos bonos y para designar y contratar instituciones y asesores financieros para que actúen como coordinadores del proceso o como agentes colocadores.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Finanzas, a finales de diciembre último la deuda bruta de Argentina ascendía a 323 mil 177 millones de dólares, el 44 por ciento emitida bajo legislación extranjera.
La deuda en títulos públicos de mediano y largo plazo suma unos 194 mil millones de dólares, un 80 por ciento en moneda extranjera.
El ejecutivo, que aún no ha informado qué volumen de deuda ingresará en el proceso, planea lanzar a los acreedores privados una oferta de reestructuración en la segunda semana de marzo, cuyo plazo de adhesión vencerá a finales de ese mismo mes.
La oposición, dominada por Juntos por el Cambio, el frente que gobernó Argentina de Mauricio Macri, recién nombrado presidente ejecutivo de la Fundación FIFA, votó a favor de la ley, aunque se defendió de las acusaciones lanzadas por el peronismo oficialista, mayoritario en el Senado, sobre el origen del fuerte endeudamiento que carga Argentina.
"El timón que agarró Mauricio Macri tenía un objetivo, que era endeudar, como lo endeudó, a nuestro país: más de 300 mil millones de dólares. (...) Es una deuda insostenible.", aseveró la senadora oficialista María Eugenia Duré.
dmr