Japón levantó el jueves la alerta por un posible "megaterremoto" emitida hace una semana y propuso a sus habitantes "volver a una vida normal".
"Como no se ha detectado ninguna anomalía en la actividad sísmica ni en la deformación de la corteza terrestre, el llamado especial a una atención particular terminó, pero esto no significa que el riesgo haya desaparecido", dijo el ministro de Gestión de Desastres, Yoshifumi Matsumura.
"Pedimos continuar atentos a las precauciones cotidianas y a mantenerse vigilantes ante un megasismo que puede ocurrir en cualquier momento y cualquier lugar", agregó.
La Agencia Meteorológica Japonesa emitió el pasado jueves un aviso de un posible megaterremoto tras un sismo de magnitud 7.1 en el sur del país que dejó 15 heridos.
南海トラフ沿いの地震に関する評価検討会の検討結果について、8日19時45分から記者会見を行います。以下URLから中継します。https://t.co/BTJ8xfLTkZ
— 気象庁 (@JMA_kishou) August 8, 2024
La alerta provocó la cancelación de miles de reservas turísticas y llevó a muchos habitantes a hacer acopio de provisiones en los supermercados.
El primer ministro, Fumio Kishida, incluso canceló un viaje previsto a Asia Central para poder gestionar una eventual emergencia.
En su aviso, la agencia meteorológica precisó que "la probabilidad que ocurra un nuevo temblor es más elevada que en tiempos normales, pero esto no indica con certeza que se vaya a producir".
気象庁が南海トラフ地震臨時情報(巨大地震注意)を発表しました。
— 岸田文雄 (@kishida230) August 8, 2024
政府としては、災害対策会議を開催して警戒態勢を構築しました。
国民の皆様は、日頃からの地震への備えの再確認と、地震が発生したらすぐに避難できる準備をお願いします。
また、偽情報の拡散は絶対に行わないようにしてください。 https://t.co/Ddu7sCj89H
La alerta se centraba en la fosa submarina de Nankai, situada entre dos placas tectónicas en el océano Pacífico, donde en el pasado se han producido terremotos de magnitud superior a 8.
Esta fosa se extiende por 800 kilómetros frente a la costa pacífica de Japón, incluida la región de Tokio que, con 40 millones de habitantes, es la zona urbana más grande del mundo.
En 1707, todos los segmentos de la fosa de Nankai se rompieron a la vez y desencadenaron el segundo sismo más potente registrado jamás en Japón, que también provocó la última erupción del monte Fuji.

El gobierno japonés estima que hay 70 por ciento de posibilidades de que en los próximos 30 años se produzca un gran terremoto que, en el peor de los escenarios, podría matar a unas 300 mil personas.
El sismo más potente ocurrido en Japón fue de magnitud 9 el 11 de marzo de 2011.
La sacudida provocó un tsunami y el accidente nuclear de Fukushima y dejó alrededor de 20 mil muertos o desaparecidos.
YRH