El gobierno ruso tildó como "totalmente inadmisibles" las amenazas norcoreanas de ataques nucleares preventivos contra Corea del Sur y Estados Unidos, y llamó una vez más a todas las partes a la "moderación".
"Vemos como totalmente inadmisibles las declaraciones públicas (de Corea del Norte) amenazando a sus adversarios con 'ataques nucleares preventivos'", declaró la Cancillería rusa en un comunicado.
"Pyongyang debe darse cuenta de que haciendo esto, a Corea del Norte la comunidad internacional le dará definitivamente la espalda, y creará una base jurídica para el empleo de la fuerza militar en su contra", continúa el comunicado.
Rusia exhorta así a todas las partes a "dar prueba de prudencia y moderación" para impedir que la situación degenere en un conflicto armado en la península coreana.
Corea del Norte amenazó a primera hora del lunes con realizar ataques nucleares "a ciegas" contra Corea del Sur y EU si estos dos países concretaban sus maniobras militares conjuntas que iniciaron como era previsto ayer.
Estas amenazas tienen lugar días después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impusiera una nueva serie de duras sanciones a Corea del Norte tras las últimas pruebas nucleares y de balística efectuadas por el país.
Rusia indicó su "honda preocupación" y llamó a la "mesura", después de la amenaza lanzada por Corea del Norte de recurrir al arma nuclear, inquietándose ante una posible "carrera armamentista" en la península de Extremo Oriente.
Las fuerzas surcoreanas y estadunidenses iniciaron las maniobras conjuntas más importantes organizadas hasta la fecha en la península coreana.
Estos ejercicios anuales de los dos aliados agravan sistemáticamente las tensiones entre el Corea del Norte y del Sur.
Este año llegan en un momento particularmente crispado, dos meses después del cuarto ensayo nuclear de Corea del Norte y un mes después de un lanzamiento norcoreano de un cohete de largo alcance, dos acciones condenadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las maniobras conjuntas, bautizadas Key Resolve y Foal Eagle, tienen esta vez una envergadura nunca vista en Corea del Sur, con la participación de 15 mil estadunidenses, cuatro veces más que en 2015.
También están movilizados unos 300 mil militares surcoreanos, así como elementos claves del ejército estadunidense, entre ellos una brigada de combate y una escuadra conducida por un portaaviones y submarinos de propulsión nuclear, lo que para Corea del Norte supone un "acto de guerra".
