La policía rusa arrestó ayer a más de mil manifestantes que exigían en Moscú elecciones libres y justas pese a la creciente presión ejercida contra la oposición durante los últimos días.
Las fuerzas de seguridad realizaron detenciones masivas entre los participantes que llegaban a la principal arteria de Moscú, la avenida Tverskaya, al grito de “Vergüenza” o “Queremos elecciones libres”, y les hicieron retroceder por la fuerza hacia las calles adyacentes.
Según un comunicado oficial, participaron unas 3 mil 500 personas en la concentración, incluidos unos 700 periodistas o blogueros. “mil 74 fueron detenidas por infracciones diversas”.
Además de los arrestos, varios activistas que querían postularse para el consejo fueron arrestados en toda la ciudad antes de la protesta. Alexei Navalny, el dirigente opositor más destacado del país, fue condenado el miércoles a 30 días de cárcel por convocar a la reunión de hoy.
Esta concentración no autorizada frente al ayuntamiento se produjo menos de una semana después de una manifestación sin precedente desde el movimiento que acompañó al regreso de Vladímir Putin al Kremlin en 2012.
La oposición denuncia el rechazo de las candidaturas independientes a las elecciones locales del 8 de septiembre, que se anuncian difíciles para aquellos políticos que apoyan al poder.
La popularidad de Putin, que creció tras la anexión de Crimea, bajó desde que fue reelegido para un cuarto mandato en 2018, y los comicios de septiembre se ven difíciles para el poder, sobre todo en Moscú y San Petersburgo.
La inscripción de unos 60 candidatos a las elecciones del Parlamento de Moscú fue rechazada, oficialmente a causa de errores en la recogida de las firmas de apoyo necesarias para presentarse.
EN CIFRAS
3500 personas participaron en las protestas, según cifras de las autoridades, de las cuales 700 eran periodistas o blogueros.