Tras haber realizado alrededor de 700 circuncisiones y recibir pacientes que viajaban desde Francia, un médico en Suiza cometió el error de su vida al cortarle el pene a un niño de cuatro años durante el proceso quirúrgico.
De acuerdo con el diario Le Matin, el médico será juzgado por el incidente ocurrido en julio de 2014; se le imputarán cargos por negligencia y por causar daños corporales al menor.
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Según narra el diario local, los padres del niño llevaron a su hijo al urólogo, en Ginebra. Previo a la operación, el médico aplicó tres inyecciones con anestesia local en el pene del pequeño.
Cuando comenzó la operación el padre tomó fotos, ya que algunas familias consideran la circuncisión como algo digno de celebración. Fue entonces cuando ocurrió el accidente: para posar, el niño movió su pelvis en el momento de la incisión y el médico rebanó su glande, que cayó al suelo.
Lo que ocurrió a continuación sólo empeoró la situación: según la fiscal Judith Lévy Owczarczak, el médico no contaba con el catéter adecuado para solucionarlo y, lejos de llevar al menor a otro hospital, pidió a los padres que permanecieran en su consultorio mientras él buscaba en la ciudad la sonda adecuada.
El abogado defensor Charles Joye asegurá que el cirujano pidió al padre que trasladara a su hijo a un centro sanitario. Además, señala que el médico no tendría por qué ser culpado del "acto imprevisible", ocurrido por la toma de fotografías.
Mientras el pequeño requirió varias cirugías para reparar los daños, el especialista que amputó el miembro continuó con el ejercicio de su profesión y, según informa Le Matin, ha practicado otras mil 800 circuncisiones desde entonces.
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