La apertura de la Iglesia Católica hacia las mujeres fue uno de los actos más revolucionarios del pontificado de Francisco. Con su salida, la expectativa ahora gira en torno al nuevo papa y si continuará esta visión de inclusión o dará marcha atrás en un terreno que históricamente ha sido dominado por los hombres.
Papa impulsó participación femenina
Durante su pontificado, Jorge Mario Bergoglio impulsó activamente la participación femenina en áreas tradicionalmente cerradas para ellas.
No solo integró mujeres a puestos de decisión dentro de la administración central del Vaticano, sino que también nombró a la primera mujer en la historia como presidenta de la oficina que gobierna el Estado Vaticano.
Felicia, una novicia mexicana, ve en estos pasos una muestra clara de lo que las mujeres pueden aportar.
"Creo que las mujeres podemos, pero también reconocer nuestra parte de hasta dónde podemos, hasta dónde no", expresó.
"Papa Francisco nos dio un lugar y, como él decía, la Iglesia es una mujer. Entonces, nuestro lugar como mujer que lo hagamos, que continuemos haciéndolo".
Confianza en integración de mujeres
Las cifras respaldan este cambio. Según datos del Vaticano, en 2023, el porcentaje de mujeres en la plantilla de la Santa Sede creció del 19.2 por ciento al 23.4 por ciento. Además, por primera vez, las mujeres pudieron votar en una reunión mundial de obispos, un hecho sin precedentes en la historia eclesiástica.
Alicia, hermana mexicana, espera que el nuevo Papa mantenga esta línea.
"No pienso que sea igual que Francisco, simplemente que con su personalidad nos siga tomando en cuenta a tantas mujeres que podemos dar tanto a la Iglesia", dijo.
"Que nos dé una Iglesia, en su mayoría de hombres, que nos integre, que nos tome en cuenta en todos los sentidos".
Los hechos hablan por sí solos. Raffaella Petrini fue nombrada gobernadora del estado de la Ciudad del Vaticano, y en 2024, Francisco lavó los pies a 12 mujeres privadas de la libertad durante el Jueves Santo, un acto profundamente simbólico que por primera vez se dirigió únicamente a mujeres.
"Gracias a Dios ya se han ido incluyendo en las iglesias en los servicios. Las mujeres tenemos mucho que dar, los hombres también, pero creo que podemos hacer un gran equipo", añadió Alicia.
Más allá de los números y los nombramientos, Francisco visibilizó a quienes por años estuvieron en la sombra: las religiosas. Mujeres que representan la mayoría de los miembros activos de la Iglesia católica, que sostienen hospitales, orfanatos y escuelas en países en desarrollo. Ellas, muchas veces invisibles, fueron reivindicadas durante este pontificado.
Felicia, como muchas otras, sueña con que este camino no se detenga.
"Que continuemos trabajando en la Iglesia como el papa Francisco lo hizo, que continúe así. Sería una cosa muy bonita, porque seguir caminando juntos, como Iglesia, es lo que necesitamos".
El próximo papa tendrá en sus manos una decisión crucial: continuar con esta transformación o devolver a las mujeres a las orillas del poder eclesiástico. La historia y millones de creyentes estarán observando.
ksh