Las autoridades egipcias y rusas descartaron la posibilidad de que el Airbus A321 de la compañía rusa MetroJet, siniestrado ayer en la península egipcia del Sinaí con 224 personas a bordo, sin sobrevivientes, haya sido derribado desde tierra por una filiación del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
“Expertos aseguraron que técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura, y es la caja negra la que determinará la causa”, declaró en una rueda de prensa el primer ministro egipcio, Sherif Ismail.
Por su lado, el gobierno de Rusia a través del ministro de Transportes, Maxim Sokolov, aseguró que “de acuerdo con todos los datos que ha puesto a nuestra disposición Egipto, tales afirmaciones carecen de credibilidad”.
Tanto El Cairo como Moscú se referían a las afirmaciones hechas por una rama del EI, autodenominada Provincia del Sinaí, que aseguró que el avión fue derribado en represalia a la intervención rusa en Siria para combatir a los extremistas que buscan derrocar al mandatario Bashar Asad.
“Los soldados del Califato lograron abatir un avión ruso en la provincia del Sinaí, que transportaba a más de 220 cruzados; todos murieron”, escribió el grupo en Twitter.
Sin embargo, el experto militar ruso Igor Korochenko señaló que el EI probablemente no cuenta con las armas necesarias para poder derribar un aparato que vuela a unos diez mil metros.
No obstante, varios expertos no descartan la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo o que el avión fuera alcanzado por un cohete o un misil si perdió altura tras una falla técnica.
Como medida de precaución, la francesa Air France, la alemana Lufthansa y la emiratí Emirates suspendieron vuelos sobre el Sinaí.
El contacto con el avión de la aerolínea Kogalymavia, más conocida como Metrojet, se perdió apenas 20 minutos después de haber despegado de la estación balnearia de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, cuando volaba a una altitud de más de 30 mil pies (unos nueve mil metros). La aeronave se dirigía a San Petersburgo.
Según responsables de la aviación civil egipcia, el piloto había señalado un problema técnico. Sin embargo, el ministro egipcio de Aviación Civil, Hosam Kamal, aseguró que “las comunicaciones entre el piloto y la torre de control eran normales” hasta que se perdió contacto con el avión.
La televisora estatal rusa NTV entrevistó a Natalya Trukhacheva, esposa del copiloto Sergei Trukachev, quien dijo que “él se quejó antes del vuelo de que el estado técnico de la aeronave dejaba mucho que desear”.
En la aeronave viajaban 214 rusos, tres ucranianos y siete miembros de la tripulación, de nacionalidad rusa. Entre ellos había 138 mujeres y 17 niños. Hasta anoche se habían recuperado 129 cuerpos.
Las cajas negras del avión fueron halladas y serán analizadas, indicó el gobierno egipcio.
El presidente Enrique Peña Nieto y la Secretaría de Relaciones Exteriores se unieron a Estados Unidos, Francia, Venezuela y la ONU, entre otros, para expresar condolencias a los familiares de las víctimas rusas.