A pesar de la cantidad de adolescentes que aman a sus teléfonos inteligentes, los científicos creen que estar atado a estos dispositivos pueden potencialmente tener efectos negativos sobre la salud de los jóvenes.
Hoy, una organización sin fines de lucro en Denver emprendió una iniciativa electoral que, de ser aprobada, convertirá a ese estado en el primero en establecer límites legales para la venta de teléfonos inteligentes a niños, según reportó el diario Washington Post.
Padres contra los teléfonos inteligentes menores de edad (PAUS, por sus siglas en inglés) fue formado en febrero pasado por Tim Farnum, padre de cinco hijos en Denver, quien le dijo al diario que notó "algunos problemas reales" después de comprar celulares para sus dos hijos, que tienen 11 y 13 años.
Farnum asegura que sus hijos, que antes eran enérgicos y extrovertidos, se volvieron mudos y solitarios después de usar sus teléfonos.
Dice que se quedaban en sus habitaciones y casi no salían por lo comenzó a investigar los efectos secundarios de los celulares y descubrió que el uso excesivo de la tecnología a una temprana edad puede afectar el desarrollo del cerebro, afectar las habilidades sociales y conducir a una dependencia de la dopamina.
Luego de descubrir los efectos negativos de la tecnología, Farnum se asoció con profesionales médicos para crear la PAUS y redactó la iniciativa de votación 29, lo que haría ilegal para los proveedores de teléfonos inteligentes vender los dispositivos a menores de 13 años.
La iniciativa busca que los vendedores de teléfonos inteligentes pregunten a los clientes su edad.
Farnum espera recolectar 100 mil firmas durante el próximo año y medio, lo cual es necesario para que el asunto se incluya en la boleta electoral para el otoño de 2018, agrega el rotativo.
jamj