El calendario de Rayados bajo el mando de Domènec Torrent ha sido uno de los más intensos del semestre.
Sin embargo, los tres días libres que el equipo recibió tras el empate ante Tijuana abren el debate: ¿son justificables las pausas o el plantel está descansando más de lo necesario?
Después de disputar el Mundial de Clubes, Rayados regresó a Monterrey el 2 de julio y retomó los entrenamientos el 7 de julio. Desde entonces, el equipo no tuvo descanso en las primeras tres jornadas del Apertura.

Posteriormente llegó la Leagues Cup, pero tampoco hubo pausa entre torneos. Apenas cuatro días después de su último partido en el certamen internacional, los albiazules enfrentaron a León en la jornada 4 de la Liga MX.
No fue sino hasta el 30 de agosto, tras la victoria ante Puebla en la jornada 8, cuando Torrent decidió dar el primer periodo de descanso prolongado. Coincidiendo con la Fecha FIFA, el plantel tuvo una semana libre, del 30 de agosto al 5 de septiembre.
El equipo volvió a trabajar el 6 de septiembre y desde entonces se mantuvo con entrenamientos regulares y partidos sin interrupciones.
Luego del empate ante Xolos de Tijuana, el cuerpo técnico determinó otorgar tres días de descanso antes de retomar las prácticas, buscando que los jugadores recargaran energías después de más de un mes de competencia continua.

Entre cargas de trabajo, torneos consecutivos y poco margen para descansar, lo cierto es que Rayados ha tenido un semestre poco común. Los descansos otorgados por Torrent no parecen un exceso, sino una estrategia planificada dentro de un calendario que no da tregua.
CIG