Pumas y Chivas son dos clubes que se aferran a la etiqueta de grandes, lo hacen porque sostienen que la historia les avala, pero de vez en cuando harían bien en pensar que en los últimos tiempos lo que menos han hecho es honrar precisamente esa misma historia que les fue heredada.
No son tiempos prósperos ni para universitarios ni para rojiblancos; si un punto de coincidencia tienen ambos clubes es su antagonismo con el América, y a la par, han tenido que tragar orgullo y ver cómo su rival va de celebración en celebración, en parte porque ellos mismos no han estado a la altura para evitarlo.
Asimismo, un buen sector del entorno cuestiona la grandeza de ambos, la duda se fundamenta en el hecho de que ninguno ha logrado consolidarse como un protagonista asiduo de las Liguillas, porque en los tiempos recientes han sido actores secundarios y no de primera línea.

Pumas y Guadalajara se miden este domingo en Ciudad Universitaria, segundo clásico del curso para los universitarios y tercero para los rojiblancos. Un duelo que tiene una plusvalía muy marcada en ambos frentes, porque en el actual Apertura 2025 lo que ha sido un signo de congruencia en ambos no es otra cosa que la irregularidad que han manifestado, dos equipos de bandazos que siguen en busca de una identidad futbolística y emocional.
Redención inmediata
Sí, el más necesitado de una victoria es Universidad Nacional, más cuando la semana pasada el equipo de Efraín Juárez fue humillado por el América. A Pumas le faltó sangre combativa y valentía en un partido de alto vuelo, jugó a no perder y fue goleado, apostó por la racanería y fue castigado.
Encima, su entrenador fue expulsado por sus aspavientos en el banco. No, Efraín no sirve en el palco, a él se le necesita pegado a la raya de cal, esta semana también fue una prueba para él, al margen de que no esté en el banquillo este domingo lo que muestre su escuadra será el reflejo del trabajo que hizo en la semana; la planificación del partido, el estudio del rival, el plan de juego que lleve a potenciar a su plantel y nulificar al rival, para esas labores no estuvo sancionado y tuvo que dedicar horas extras para saldar la deuda del pasado sábado. Lo que exhiba Pumas este sábado en el Olímpico Universitario será un gran mérito o demérito del trabajo de Efraín Juárez y de su cuerpo técnico.

Del mismo modo, al equipo se le exigirá dar un paso adelante, los jugadores tienen que mostrar arrebato, allá donde no llegue el discurso del entrenador tiene que relucir la jerarquía de los futbolistas ese recorrido que tienen prácticamente todos los jugadores que no son novatos.
Prueba de constancia
Mientras, Chivas llega a la capital del país en busca de dar otro golpe de firmeza, hace un par de semanas doblegaron al América en un resultado prácticamente inesperado, nadie le resta mérito a su victoria, pero tampoco deben engañarse, porque el equipo de Gabriel Milito ha tenido como sello la inconsistencia.
El Rebaño viene de dos triunfos en fila, ante Necaxa y Puebla, pero ambos equipos forman parte de una categoría media, la misma en la que se encuentra Pumas, por ello en su visita a CU solo le vale mostrar gallardía y ofrecer un partido de alto nivel.
A lomos de Armando González, los jóvenes tapatíos sí que han mostrado una cuota de orgullo, han dejado sudor y espíritu en demostrar que están a la altura del escudo, saben que no tienen los mismos recursos que en otros sitios, pero no se amilanan.

Salir con el puño en alto del campus auriazul, significaría para Chivas dar un paso firme hacia los objetivos trazados, por primera vez en el año estaría ligando tres triunfos y eso sería una carga moral muy fuerte para Milito y para el plantel. Capacidad y plantel tiene y encima es uno de los equipos que en CU se planta sin sentirse visitante.
Hay partidos que sirven para recuperar o consolidar la autoestima, el Pumas vs Chivas de este domingo es uno de esos y tanto para los locales como para los visitantes el orgullo va implícito en este compromiso.
Así han evolucionado Chivas y Pumas en el Apertura 2025
FCM