No es novedad decir que el Pachuca trabaja a tope sus fuerzas básicas y que su cantera es la más productiva del balompié nacional, con tan solo un par de exponentes en vías de plenitud: Érick Gutiérrez e Hirving Lozano. Lo que sí es noticia es la facilidad con la que los Tuzos desarrollan talento por racimos. Hace poco más de un mes, con la salida de Guti al PSV, los de la Bella Airosa ya tenían preparado al sustituto del contención, que por cierto, ha tomado la batuta del medio campo y hoy se erige como la última gran joya del club.
Se trata de Pablo López Martínez. Bajito, muy ligero, sumamente técnico y con formación en los Tuzos desde los 14 años, es el ejemplo ideal de cómo un futbolista pasa por todos los filtros y quema etapas, hasta con cierta facilidad. Es un escudo de contención, antes media punta, situación que le permite hoy en día, tomar posesión de la pelota desde una zona defensiva y acceder al frente de ataque sin mayor dificultad; pegada en los linderos del área y gol, parte de sus capacidades. Es muy completo.
Debutó en noviembre de 2016, bajo las órdenes de Diego Alonso y a pesar de tener suma competencia en su puesto, logró arrebatarle minutos a Jorge Hernández y el propio Érick Gutiérrez, a quien ahora sustituye sin mayor conflicto; Pablo, por si fuera poco, ha completado procesos en selecciones juveniles a la par de su desarrollo profesional. En 2015, en el Premundial de la Concacaf rumbo a la justa Sub 17, terminó con el Balón de Oro; ya en la justa, en Chile, con todo y que México quedó en semifinales, él fue elegido en el equipo ideal.
Su caso, como el de muchos otros jóvenes, fue el de abandonar Querétaro, su lugar de residencia, para integrarse a las fuerzas básicas del Pachuca, aún siendo un niño. “Fue difícil estar lejos de casa; veía a mis papás cuando se podía, Ellos iban a los partidos que les quedaban cerca, o me visitaban una o dos veces por semestre… Maduras”, dijo en la concentración previa a la Copa del Mundo Sub 17 de 2015. Y sí, al menos en el terreno de juego, se distingue por su soltura.
CON MÁS PARTICIPACIÓN
Hasta antes de la partida de Érick Gutiérrez, López había disputado 135 minutos, repartidos en dos apariciones, ante Monterrey y Pumas. Con la salida de Guti, pablo cobró un rol preponderante y con el respaldo de Pako Ayestarán, el entrenador en curso. La modificación lució hasta natural y a pocos días de la baja del capitán de los Tuzos, con el doral ‘24’, el queretano marcó su primer tanto en el máximo circuito, ante Chivas, en Guadalajara.
Sus condiciones comenzaron a cobrar relevancia y ubicación para su afición. Desde el adiós de Guti, Pablo López ha alineado en todos los encuentros restantes, en los cinco como titular y no solo ante Chivas se hizo presente en el marcador. Se dice que frente a Cruz Azul, en la jornada 11, Pachuca brindó su mejor juego, venciendo a La Máquina y con otro tanto del contención de la Bella Airosa. El ‘24’ cerró la cuenta al 42’, y aunque en los primeros minutos del complemento salió de cambio, Ayestarán alabó su aporte: “Está en gran momento”.
Es más, en el plantel de los Tuzos registrado en Primera División para este Apertura 2018, apenas destaca la presencia de seis elementos formados en casa. Pablo López es, junto a Miguel Tapías el que mayor continuidad ha registrado; si bien el Pachuca se ha caracterizado por darle oportunidad a diferentes prospectos mexicanos y jóvenes, algunos de ellos, como Víctor Guzmán y Érick Aguirre son de otras canteras. El escenario parece estar cimentado para que el '24' cobre relevancia y madure futbolísticamente.
UNA OPCIÓN Y PILAR
Si bien la trayectoria, aunque corta, de Pablo López ha sido una constante batalla para hacerse de un sitio en el Pachuca, ahora, como referente de la cantera tuza y bandera del proyecto actual, el contención tendrá que seguir consumiendo procesos a gran velocidad y poner el ejemplo para los que vienen de abajo; en cuanto a su proyección y consolidación, el mediocentro de condiciones mixtas librará una batalla con los compañeros de posición, para sobresalir e incluso ser llamado a la selección nacional. Como gran ventaja: su juventud.