La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) contactó a la empresa Fanki, encargada de vender los boletos para el partido de futbol entre México y Portugal, tras detectar miles de quejas de usuarios que no alcanzaron un lugar, explicó el titular Iván Escalante.
"Ellos estaban vendiendo alrededor de 300 boletos por minuto, y que al filo de las 10:15 de la mañana ya habían concluido con los boletos que habían reservado para estos usuarios en particular", dijo a MILENIO Televisión.
El titular de la Profeco aseguró que hubo muchas páginas falsas que intentaron suplantar la identidad de la empresa, exigiendo que las empresas den toda la información a los consumidores.
"La relación de consumo solamente se formaliza en el caso de las personas que sí pudieron adquirir sus boletos, los intentos no son considerados una relación de consumo. Solo invitamos a los proveedores a brindar toda la información, para que los clientes sepan a qué atenerse", dijo.
¿Los revendedores son los culpables?
Escalante explicó que actualmente hay una falta de regulación para poder tener la certeza de que dichos problemas son culpa de las personas que se dedican a revender boletos.
"En la reventa digital hay una falta de regulación a nivel nacional, la reventa visualizada es la que está en la calle, afuera de los espectáculos, pero son legislaciones locales", argumentó.
"Es complicado para nosotros poder multar o detectar (...) no es visible en formatos en línea si en verdad las personas están comprando para ellos o para revender", explicó.
Tras esto, detalló que es necesario que haya una nueva legislación que vaya visualizando estos nuevos esquemas de adquisición de boletos, no solamente para un evento deportivo, también para conciertos y festividades.
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