Esta es la historia de Borreguita, una perrita ciega que fue abandonada, atropellada, pero que encontró una nueva oportunidad de vida gracias al amor, esfuerzo y entrega de un grupo de voluntarios que día a día luchan contra el abandono y el maltrato animal en la zona sur de Tamaulipas.
¿Quién es Borreguita?
Borreguita es una perrita mestiza, cruza de french poodle con callejerito, de entre 9 y 10 años de edad. Su historia inicia en Ciudad Madero, donde fue cruelmente abandonada por sus dueños. La razón: Borreguita había perdido la vista. Se cree que, en su intento por desplazarse sin poder ver, fue atropellada en la colonia Kehoe. El daño en la parte frontal de su cráneo, cerca del lagrimal, provocó que uno de sus globos oculares quedara expuesto.
“Ese tipo de personas no se les puede llamar personas o gente, porque son alimañas”.
Además de su ceguera, Borreguita presenta cataratas y padece Ehrlichia una enfermedad transmitida por garrapatas que no es curable, pero sí tratable. Aun así, fue dejada a su suerte.

¿Cómo fue rescatada?
Su caso comenzó a circular en los grupos locales de ayuda animal. El nombre del refugio Protección Animal Voluntarios de Altamira A.C. empezó a mencionarse con insistencia. Aunque en ese momento el refugio contaba con apenas 150 pesos, solo lo justo para gasolina, decidieron actuar de inmediato. A la 1:30 de la madrugada llegaron al lugar y recogieron a Borreguita para brindarle atención médica.
Arturo Román de Jesús, uno de los voluntarios, fue quien la auxilió y la trasladó al centro de cuidados del refugio. Allí, pasó toda la madrugada limpiándole las heridas y rasurando su pelaje en mal estado. “Me terminé durmiendo como hasta las 6 de la mañana limpiándole y rasurándole las heridas”, recuerda Arturo.
Al día siguiente la pequeña fue atendida por la clínica veterinaria Max y Cam, quienes también han sido pieza importante en la recuperación de la perrita.
¿Qué reveló la atención veterinaria?
Inicialmente se pensó que alguien había intentado sacarle los ojos a Borreguita. Sin embargo, el veterinario aclaró que la lesión ocular fue producto de una infección que se originó en el lagrimal. La causa real fue aún más dolorosa: sus antiguos dueños no la llevaron al veterinario a tiempo. Cuando ya tenía daño irreversible en ambos ojos, simplemente la abandonaron.
¿Cómo ha sido su recuperación?
A pesar de la severidad de sus heridas, Borreguita mostró ganas de vivir. Tenía apetito, tomaba mucha agua y luchaba por mantenerse en pie. Aunque se llegó a pensar en la eutanasia para evitarle sufrimiento, su espíritu luchador convenció a los voluntarios de darle una oportunidad. “Donde hay esperanza, hay vida”, dijeron, y así comenzó su recuperación.
Actualmente, su ojo ha cicatrizado y ha ido sanando. No obstante, sigue en tratamiento y necesita un estudio de química sanguínea que cuesta alrededor de 400 pesos para evaluar sus niveles de plaquetas y sangre, cruciales para determinar el siguiente paso médico.

¿Cómo puedes ayudar a Borreguita?
El refugio ha comenzado actividades para recaudar fondos y así cubrir los gastos de Borreguita. Una dulcería donó 10 cajas de chocolates y un restaurante bar aportó las ganancias de la venta de paquetes de boneless. Los voluntarios salen a la calle a vender los productos, aunque en ocasiones, como recientemente, apenas lograron juntar 90 pesos en un día.
Cada peso cuenta. Ayudar a Borreguita y a todas las mascotitas del refugio es también apoyar a una causa más grande, lo que se traduce en el respeto por la vida animal.
El refugio que no se rinde: Protección Animal Voluntarios de Altamira A.C.
La historia de Borreguita está directamente ligada a un esfuerzo colectivo que nació en 2015. El refugio “Patitas de Emergencia y Rescate”, parte de la Asociación Civil Protección Animal Voluntarios de Altamira, ha sido una luz para animales en situación de calle, enfermos o maltratados.
El proceso comienza en su Centro de Cuidados, donde los animales reciben atención médica inmediata. Una vez restablecidos, son trasladados al refugio, donde se alimentan, asean, pasean y preparan para ser adoptados de forma responsable. Hoy, el equipo lo integran apenas 8 personas voluntarias que cuidan entre 80 y 100 mascotas, entre perros y gatos.
Para financiar sus labores, el refugio organiza rifas, colectas, venta de dulces, recibe donaciones en especie (como croquetas), organiza actividades en la comunidad, también ofrecen pláticas en escuelas donde promueven el cuidado animal y a su vez difunden la adopción responsable.
Cualquier persona a partir de los 15 años (con permiso de sus padres) puede unirse al voluntariado y ayudar en tareas como limpieza, alimentación o baño de las mascotas.
¿Cómo adoptar a una mascota del refugio?
Si quieres dar el siguiente paso y adoptar a un perrito como Borreguita, el refugio tiene algunos requisitos clave para asegurar una adopción responsable:
- Ser mayor de edad.
- Si vives en departamento, asegurar que el animal esté dentro del domicilio.
- Si rentas, contar con autorización escrita del arrendador.
- No mantener al animal amarrado.
- Firmar un acta responsiva.
- Cubrir la mitad de los gastos de esterilización.

Un llamado a la empatía; todos merecen una oportunidad
“Aunque les falte una patita, un ojito o estén cieguitos, ellos están buscando un hogar”, dice Arturo. Y tiene razón. Cada animalito tiene derecho a una segunda oportunidad. Borreguita hoy nos necesita, pero también nos enseña una lección de fuerza y resiliencia que vale la pena compartir.
Para más información o para ayudar, visita su página en Facebook: Protección Animal Voluntarios Altamira A.C.
Porque donde hay esperanza, hay vida. Y donde hay vida, hay una causa que vale la pena apoyar.