Presuroso ante el riesgo de una recaptura, el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame abandonó las instalaciones del Centro de Readaptación Social (Cereso), en donde permaneció por espacio de 19 horas.
El propio Chávez Adame recordó que fue interceptado por elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) alrededor de las 19:00 horas del jueves 23 de marzo, cerca de las canchas deportivas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), cuando estaba junto con su esposa y su hijo.
Fue llevado a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), en donde se revisó el documento de amparo que le otorgo el poder judicial de la federación, se encontró un error de forma y acto seguido se le canalizó al Cereso, al que ingresó antes de las 20:00 horas.
Su defensa legal la asumió Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM), quien después de interponer los argumentos de tipo jurídico, consiguió que se hiciera válido el beneficio del amparo ante la justicia federal, por lo que recuperó la libertad antes de las 14:15 horas del viernes 24.
Chávez Adame recordó que la orden de aprehensión que se ejecutó en su contra, es producto de una irrupción que encabezó en el almacén central del DIF-Guerrero, en donde se pudrían miles de toneladas de ayuda humanitaria que nunca llegaron a miles de familias que fueron damnificadas por el huracán 'Ingrid' y la tormenta tropical 'Manuel', en septiembre de 2013.
El ya fue detenido, pero los responsables de retener el apoyo humanitario, que fueron quienes promovieron la denuncia penal contra el dirigente permanecen en libertad.
Y aunque por dicho delito se le otorgó el amparo, Chávez reconoció que hay una causa penal más en su contra, a partir de que recientemente respaldó a los trabajadores despedidos injustificadamente de Prospera, programa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Por esa razón, temiendo la recaptura, ahora por personal de la Procuraduría General de la República (PGR), el dirigente abandonó apresuradamente las instalaciones del Cereso capitalino.
Manifestó que hay la consigna de intimidarlo para evitar que siga en la ruta de la lucha social, lo que anticipó que no lo van a conseguir las autoridades.
Sin embargo, destacó que hará lo necesario para regularizar su situación legal, para que pueda mantenerse al frente de las causas que abraza la APPG sin el riesgo de volver a caer en prisión.
MMR