El secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil, atiende de manera personal el caso de la invasión del predio Chapopote Núñez, en Álamo Temapache, al norte de Veracruz.
Los 400 Pueblos
Ahued fue instruido por la gobernadora Rocío Nahle García para estar pendiente de que en la Fiscalía General del Estado se le dé celeridad al caso de invasión y despojo en que incurrieron los integrantes de la organización Movimiento de Liberación Veracruzana, liderada por Damián Cuervo Mejía, ex integrante de la organización Los 400 Pueblos.
El 18 de abril de este 2025, unas 120 familias invadieron el rancho que desde hace 140 años pertenece a la familia Quintana.
La invasión la realizaron supuestamente porque necesitaban un espacio donde vivir, pues eran familias de escasos recursos que no podían seguir pagando renta.
Sin embargo al poco tiempo comenzaron a vender los lotes ocupados en 10 mil pesos.
El potrero ha sido quemado y los ocupantes ilegales andan armados no solo con machetes, sino también con armas de fuego.
Denuncia por delito de despojo
El predio es propiedad de las hijas de Francisco Javier Quintana Fernández, Katyna Quintana de la Vega, Alexa Quintana Hernández y Mara Quintana Hernández.
El padre de las propietarias, Francisco Javier Quintana, y representante de las mismas, sostuvo reunión con el titular de la política interna del gobierno de Veracruz, en Xalapa el lunes.
Por su parte, le comentó a MILENIO que Ricardo Ahued se comprometió a que en breve el caso quede resuelto y los que ocupan el predio ilegalmente, se retiren del mismo.
La denuncia por el delito de despojo fue presentada desde el 19 de abril en la Fiscalía regional de atención temprana de Álamo Temapache.
¿Eran paracaidistas?
Días después, personal de la dependencia acudió a verificar lo señalado en dicha denuncia, y a corroborar quiénes eran los propietarios del sitio, en el que personas de la organización de paracaidistas, se habían metido al lugar donde había varias cabezas de ganado.
Comenzaron a colocar lonas y casas de campaña para “vivir” ahí, muchas eran familias con niños y menores de edad.
Argumentaban que el terreno era propiedad de la nación porque por ahí cerca pasaba un tren.
Poco después de invadir, comenzaron a ofrecer los lotes de 300 metros cuadrados, por 10 mil pesos, a fin de que el número de ocupantes del predio creciera.
Para “limpiar” el terreno, comenzaron a quemar cada vez más partes del potrero.
Los paracaidistas mantienen vigilancia del predio que se prevé sea desocupado esta misma semana.

KL