Enojo y temor es lo que sufren a diario padres y madres de pequeños que por alguna enfermedad llegan al Hospital para el Niño, en Toluca, reconocido como uno de los nosocomios más importantes de la entidad y también por ello, uno donde las necesidades son mayores.
Días al rayo del sol, noches sin dormir, esperas envueltas en angustia y rostros con lágrimas se ven a diario afuera de sus instalaciones; por falta de camas en muchos casos los pequeños ingresados tiene que compartirlas, pero los médicos, sin pensarlo, dan su mejor esfuerzo para atender a quien lo requiere.
A decir de Jesús Luis Rubí Salazar, director general del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), la capacidad de dicho espacio está "rebasada", aunque aclaró que esto es el resultado del número de la población a la que atiende.
Indicó que para mejorar sería necesario ampliar el servicio de urgencias o construir al menos una unidad más de este tipo.
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"Yo creo que sí es necesario y se justifica, la demanda es mucha porque no nada más es del Valle de Toluca, es de todo el Estado de México, pero también atendemos a niños de otros estados vecinos como Michoacán, Guerrero y Morelos, lo que hace que siempre esté saturado", sostuvo.
Añadió que para fortalecer las tareas de este hospital de especialidad, no solo es necesario invertir en él, también requiere que se liberen espacios con la construcción de unidades similares, sobre todo en las zonas del norte de la entidad y el Valle de México.
"Lo ideal es que hubiera otros hospitales distribuidos, a lo mejor en Valle de Chalco o Cuautitlán, para poder atender la demanda", refirió.
Actualmente, el Hospital para el Niño cuenta con 110 camas censables y 70 no censables, es decir, aquellas en áreas como urgencias y terapia intensiva; ofrece más de 100 mil consultas al año y reportan hasta 8 mil egresos, lo que demuestra que su capacidad está, por demás, rebasada.
MCLV
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