El antiguo penal Ignacio Allende, ubicado en el puerto de Veracruz, se convirtió en refugio de indigentes y hogar de familias que duermen entre sus paredes casi derruidas a casi 10 años de ser cerrado por autoridades del estado.
En 2009, el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán ordenó la reubicación de 960 reos que habitaban el penal "para evitar una masacre", sin embargo, se especuló que la instrucción fue girada para que Mel Gibson usara el inmueble como set de la película Atrapen al Gringo, lo que el ex mandatario negó.
Hoy, casi 10 años después, el penal se convirtió en refugio de indigentes, como José Carmen Santos, de 57 años, e Isabel Castro, de 46, una pareja de chatarreros que vive en el lugar desde hace cuatro años y que recolecta plástico y otros materiales para venderlos.
Entre los derruidos pisos y paredes con pintas de mujeres desnudas y de la Virgen de Guadalupe hay un viejo colchón que les sirve como cama; sobre una cubeta fue colocada una tabla que funciona como comedor; mientras que las sábanas y cobertores son las paredes que separan la cocina, la sala y la recámara.

Ambos admiten que es peligroso vivir en el lugar, pues en la noche llegan personas a consumir drogas y a romper las paredes para extraer el metal de los castillos del inmueble, lo que ha generado daños al jardín de niños que está a un lado.
Padres de familia acusaron que el golpeteo con marros a las paredes ha contribuido al deterioro del plantel, por lo que pidieron al gobierno municipal que rehabilite la escuela, sin embargo, acusaron que los han remitido con Mel Gibson para que él les resuelva, señaló la vicepresidenta de la Sociedad de Padres de Familia, Emily Utrera Rodríguez.
Piolín y su pandilla, un grupo de jóvenes que viven en el espacio, dicen que no molestan a nadie, pero se dedican a demoler paredes y castillos a marrazos para extraer el metal oxidado y venderlo.
Sin embargo, los padres de familia del plantel educativo aledaño donde asisten 125 menores, han denunciado en cuatro ocasiones robo a las instalaciones del plantel y asaltos a padres de familia.
Padres del jardín de niños entraron al derruido penal, que fue construido en 1908, para recorrerlo y ver las condiciones que guarda y el riesgo de que las paredes colapsen y dañen aún más las del plantel educativo.

Las autoridades no han escuchado las quejas de los vecinos del antiguo penal y tras su cierre, no se ha levantado otro centro de reclusión en el puerto.
RLO