El amor a la vida y la inteligencia de un pelícano maltrecho, terminaron en una bonita e inimaginable amistad. Una escena que no se ve muy a menudo entre las aves del mar y el humano, se da en el mercado de pescados y mariscos La Puntilla de Tampico.
Una amistad con más de seis años
“Niño”, nombre del ave, llega todos los días a visitar a Benito Guzmán, quien desde hace más de seis años le da de comer de su mano ya que la parte inferior de su pico está incompleta lo que le dificulta comer como todas las aves de su especie.
El pelícano está prácticamente domesticado por Benny, quien tiene la fortuna de juguetear con él, incluso se deja que le dé besos y abrazos. Niño no come cualquier pescado, le fascina la lebrancha; es obediente pues cuando ha terminado su comida, su amigo le dice “ya te puedes ir”, hace caso, se da la media vuelta, abre sus alas y emprende el vuelo para seguir nadando en el último brazo del río Tamesí.
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— Milenio Tamaulipas (@MilenioTam) December 27, 2025
La Puntilla de Tampico, escenario de convivencia única entre pelícanos y comerciantes
Cada año durante la temporada invernal, pelícanos procedentes del norte llegan a este mercado y su entorno a orillas del río Tamesí, donde permanecen hasta cinco meses en busca de alimento y un hábitat cálido, antes de continuar su migración hacia Canadá.
Comerciantes y lancheros han afirmado en reiteradas ocasiones que las aves han aprendido a reconocer las lanchas y a reunirse cuando hay pescado disponible, formando una especie de “espectáculo natural” que asombra a visitantes y familias que llegan al mercado.
La Puntilla se ha convertido en un lugar donde la naturaleza y la actividad humana se entrelazan, destacando la convivencia diaria entre pelícanos y quienes laboran y visitan este icónico punto en Tampico.
JETL