El Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, hizo un llamado a la feligresía a ponerse las pilas para construir una sociedad más justa, advirtiendo que los tiempos de violencia e inseguridad aún no terminan.
“Tenemos que supervisar, tenemos que hablar, tenemos que opinar y reclamar, si hay un orden político malo, un orden económico malo, un orden social en el que hay desorden y muertes cada día, porque otra vez estamos viendo muertes por aquí, muertes por allá, esto no se ha acabado de arreglar y nosotros tenemos que ponernos las pilas para decir que esto no está bien”, dijo.
Indicó que además la gente se debe sumar a organizaciones que trabajan por la paz, por la justicia, porque dice que hay que colaborar y en vez de excusarse en la frases como yo no me meto en política, se tiene que hacer algo.
Pidió pensar y tener compasión por futuras generaciones, porque se verán afectadas por las reformas laborales, las cuales los convertirán en "esclavos modernos del capital mundial", y señala que los gobiernos que ha tenido México han hecho todo para que los trabajadores sean desvalorizados.
Monseñor Vera habló también del tema del agua y la privatización del Acuífero Saltillo Sur, señalando que es un riesgo su privatización, porque actualmente se desperdicia el agua de los mantos, de los que actualmente se abastecen en la ciudad.
El obispo dice que el agua se vende a "raudales" y hay sobreexplotación, por lo que ahora quieren hacer lo mismo con el agua destinada al uso agrícola para los municipios de Parras y General Cepeda.
“Eso es un crimen, solamente porque la empresa (Aguas de Saltillo) despilfarra sin más ni más nuestra agua y la venden, la desperdician a raudales, ganando millones y millones sólo ellos, esto es una salvajada y no se vale, pero estas cosas nos deben hacer vibrar a nosotros si somos creyentes”, apuntó.
“Es mi deber, hacerles ver todas estas cosas, vamos quitándonos las nubes de los ojos”, expresó.
Finalmente hizo un llamado a no escandalizarse con el tema de las personas con preferencias sexuales diversas, asegurando que hay familias compuestas por matrimonios igualitarios que también requieren atención de la iglesia, principalmente lo hijos e hijas de estas parejas.
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