Un grupo de más de cien migrantes arribó la mañana de este miércoles a Saltillo, donde permanecen ante la negativa de las líneas de autobuses de venderles boletos para que puedan continuar su trayecto hacia el municipio de Acuña, en la frontera con Estados Unidos.
Los migrantes buscan que se les otorgue el mismo trato que el gobierno dio al grupo que permanecía en Saltillo desde el domingo, y que este martes por la noche partió en camiones con rumbo a la zona norte de la entidad, escoltados por elementos de la policía estatal.
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Tras descender de los autobuses, los migrantes se encontraron con la negativa de los encargados de las líneas de transporte, que les indicaron que no estaban autorizados para venderles los boletos a las personas extranjeras, lo que provocó la molestia en el contingente.
Denunciaron que en su paso por los estados del sur y centro de México, observaron un incremento de los precios de boletos de pasaje para quienes son originarios otros países, por lo que tenían que pagar tres veces más que un mexicano para obtener un lugar en el mismo autobús.
La directora de Casa Alegre Hogar del Inmigrante, Amber Carpenter, manifestó que este grupo que arribó por la mañana, permanecerá en la central de autobuses en espera de un nuevo acuerdo con las autoridades estatales y del Instituto Nacional de Migración, para que nuevamente se les vendan los boletos para continuar su trayecto, y que este se dé en una forma segura para todos.
Sgg.
