En el corazón ardiente de La Laguna, donde el sol besa con fuerza y el viento arrastra memorias de polvo y trabajo, nació José María Valdez, mejor conocido como 'Chema'.
Orgullosamente lagunero “hasta los huesos”, su historia es un caldo espeso de pasión, disciplina y amor por su tierra. Aunque su cuna fue Torreón, su vida transcurre entre Gómez Palacio y Lerdo, donde ha encontrado el espacio perfecto para florecer.
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Después de su paso por MasterChef México 2017, Chema no colgó el delantal, al contrario, le tejió alas. Fundó CHEMA’S, un rincón sabroso de desayunos donde los chilaquiles bailan con los molletes y los pambazos se cuentan secretos con los empalmes. Seis años lleva ya este sueño cocinado a fuego lento, uno que, como él dice, “ha sido muy bendecido”. Y es que donde hay sazón con alma, no hay receta que falle.
Guía a jóvenes en el fútbol americano
Pero el alma de Chema no solo huele a cocina: también suena a silbato, a gritos de equipo y a tierra removida por tacos de fútbol americano.
En paralelo a su emprendimiento culinario, fundó el club Raiders Gómez Palacio, una familia deportiva que reúne a 125 jóvenes entre los 4 y los 16 años. Ahí, entre tochito y tacleadas, Chema siembra valores, constancia y sueños que se corren en cada yarda.
¿Aún tiene contacto con compañeros y juices de MasterChef?
Aunque hoy no mantiene contacto con sus compañeros de MasterChef, el recuerdo cálido de los jueces le basta para saber que dejó huella.
“Me da mucho gusto que me recuerden con cariño”, confiesó.
Un mensaje a la juventud lagunera
A la juventud lagunera, les lanza un consejo sazonado con verdad: “¡Que no tengan miedo de emprender!” Pero más allá del ímpetu, remarca una lección valiosa: “Lo más importante es la administración”. Y enumera como quien organiza su cocina: tiempos, costos, gastos, sueldos… Porque soñar sin orden es como cocinar sin receta: puede salir bien, pero es mejor si sabes qué estás haciendo.
Chema no mide el éxito en billetes, sino en plenitud. Y hoy, al ver cómo entre desayunos y entrenamientos vive sus dos pasiones, se declara un hombre pleno.
“El éxito está en el alma y el corazón”, dice, mientras el aroma de un buen café mañanero se mezcla con el eco de un balón volando sobre el campo. Así, entre sabores y jugadas, Chema sigue cocinando su vida.
Porque en La Laguna, donde el sol no perdona, hay un hombre que sí sabe perdonar el miedo… y lo sazona con valor.
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