Malpica exorciza sus demonios e incursiona en mundo zombi

Este año, el autor lanzó la quinta entrega de la saga "El libro de los héroes", "Principio y fin" (editorial Océano) y también presentó "Apocalipsis Island México" (editorial Dolmen), con las cuales asegura los miedos permanecerán muy vivos.

Antonio Malpica no dejó descansar al horror en este año, al lanzar la quinta entrega de la saga El libro de los héroes, Principio y fin (editorial Océano), toda una aventura llena de horror, demonios y batallas, y además adentrarse en el mundo de los zombis que le dan la vuelta al Ángel de la Independencia buscando víctimas para devorar, en Apocalipsis Island México (editorial Dolmen), dos obras de las que platica en entrevista... Y los miedos continuarán.

¿Cómo ves la saga del Libro de los héroes” a una década que inició?

Este es el quinto volumen de una saga que inició hace 10 años con Siete esqueletos decapitados. En aquel 2007, todo parecía un juego inocente y poco a poco fue adquiriendo importancia y agarrando fuerza, y afortunadamente pudo llegar de pie. Porque cuando empecé a escribir Siete esqueletos... era solo un libro, pero al ir conformando la historia y mientras estaba configurando este universo de héroes y demonios, pacté que fueran más y el resultado son cinco libros para contar lo que quería.

Fue algo muy aventurado, yo no había escrito antes algo así, todo se fue potenciando; este tipo de sagas sí demanda mucho trabajo, mucha dedicación, y no puedes trivializar y pensar que la historia se va a escribir sola, hay que sostener un ritmo, ser rigorista incluso en cada una de las obras.

¿Cuál es la diferencia de “Principio y fin” con los otros libros de esta serie, como “Siete esqueletos”... (I), “Nocturno Belfegor” (II), “El llamado de la estirpe” (III) y “El destino y la espada” (IV)?

En que el horror está marcado, porque hay muchos conflictos que se agudizan y círculos que se cierran en un duelo de valor y bondad contra el egoísmo y la ruindad. Sergio, Brianda y Jop están dentro de una disputa por la Tierra desde hace milenios. También hay su buena dosis de terror. El cuarto y el quinto ya se sienten atenuados, porque es lo que viene de los tres primeros libros, porque ya traen esa inercia. También es cierto que el calibre de los demonios va subiendo.

En Principio y fin, Sergio, uno de los protagonistas, llega a enfrentarse al jefe de los malos, y para poder cerrar todas las puertas empieza a colarse la luz. Y al final es una buena mezcla de luz y oscuridad, es en donde todo se define.

¿Y qué te dejan los personajes de esta saga?

Imagínate llevando a los personajes a su destino, incluso a los que se quedan a la mitad, los que tienen que fallecer. El tiempo cronológico de los chicos de la novela no es de la realidad, son menos años. Y sí llega un momento en que casi los sientes vivos, llegas a quererlos como si fueran de carne y hueso, y es como si los vieras partir y es una forma triste. Los personajes toman posesión del mundo y se vuelven más vivos que los propios autores.

¿Y sí salió alguno que otro demonio?

La verdad sí salen los demonios.

Cuando salió Siete esqueletos me hice la propuesta de jugar con la mitología demoniaca, fundamentada en la religión judeo-cristiana, estaba jugando con ciertos tabús de mi creencia con situaciones previas a cierta toma de conciencia, era como hacer yo mi propio exorcismo. Esto me sirvió para poder sacudirme el lastre de una creencia hasta cierto punto nociva, pues solemos ser muy tendenciosos a creer en lo malo, en el infierno, y tenemos que ver ese tipo de cuestiones oscuras como lo que son, una fantasía con la que de pronto puedes jugar para meter miedo y al final cierras el libro y el mundo sigue intacto.

¿Y cómo te sentiste de incursionar en el mundo de los zombis con “Apocalipsis Island México”?

Todo esto fue a invitación expresa de Vicente García, el autor de la saga, de escribir el capítulo México, y le dije que necesitaba apropiarme de la idea para poder desarrollarla y me tardé en hallarle por dónde le podía entrar. Pero en algún momento me di cuenta de cuál era el camino a seguir y al final me divertí mucho con la propuesta. Tomé la trama, los personajes desde el humor muy mexicano, y considero que era lo que hacía falta, una visión aparte distinta y hasta lejana. Y al final quedó esta novela, chusca con ciertos tintes de oscuridad, mucho humor negro y que conforma una novela muy mía, muy mexicana y muy digna. Porque forma parte del sello de Apocalipsis Island, sin demeritar las anteriores. Y la acogí con mucho cariño, igual se lee en España, con gusto, y ha tenido una buena respuesta.

¿Cómo trabajaste los personajes que son tan humanos que empiezan a disputarse hasta territorios?

Fue hasta cierto punto fácil, lo único que hice fue poner personajes ordinarios en una situación extraordinaria. Son personas con las que te puedes encontrar en la calle, darles cuerda y meterlos en el momento adecuado en ese mundo tan raro y peculiar como es el de los zombis.(…) Estos personajes podrían coexistir en una isla desierta y ser los mismos. Y en este caso les tocó la CdMx poblada con zombis y otros miedos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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