En México, el Papa Francisco encontrará una Compañía de Jesús a la que pertenece dinámica, con un trabajo en comunidades indígenas, campesinas y en sectores marginados en donde incomodan a los gobernantes por su búsqueda de justicia. Además, de su red educativa en la que tiene universidades y colegios.
“No se entiende la historia social contemporánea de México sin tomar a la Compañía de Jesús como referente”, afirmó María Luisa Aspe académica de la Universidad Iberoamericana y especialista en la historia de los jesuitas en el país.
En entrevista con Milenio destacó que la presencia de los jesuitas ha sido fundamental en México desde que llegaron a finales del siglo XVI y han trabajado con los más pobres, pero también con las élites y con los grupos de decisión.
En la década de los 70, la Compañía de Jesús, señaló la también integrante del Instituto de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) tomó una opción explícita por la justicia, desde entonces ha ido a esos lados a donde otras órdenes no iban, y dan continuidad muy clara el trabajo con los migrantes, los excluidos y por los derechos humanos.
La Provincia de la Compañía de Jesús en el país está constituida en la actualidad por 380 jesuitas distribuidos en 56 comunidades, en 18 de los 32 estados de la República; con una fuerte concentración en las ciudades de México y Guadalajara.
Atienden cerca de 100 apostolados y obras apostólicas, que tratan de responder de diversas maneras a los problemas por los que atraviesa nuestro país, en el marco del servicio de la fe y la promoción de la justicia.
Entre las muy diversas obras apostólicas se encuentran misiones indígenas, centros de derechos humanos, servicio a migrantes, colegios, universidades, editoriales, centros de espiritualidad, casas de Ejercicios, centros de investigación y servicio, pastoral juvenil, pastoral laboral y residencias con obras muy variadas.
Las obras concretas de los jesuitas en el país son de acompañamiento, solidaridad y servicio a los más pobres:
La misión de Bachajón abarca un territorio de 5000 Km2 equivalente al estado de Colima, atiende a alrededor de 600 comunidades indígenas y cuenta con tres comunidades jesuitas, una en La Arena —que trabaja con indígenas tseltales, tojolabal, tsotsil y Ch’ol—, una en San Cristóbal de las Casas —con tsotsiles, principalmente— y otra en Bachajón —con tseltales y ch’ol—. Promueven la Iglesia autóctona, la formación de catequistas, la organización comunitaria, la defensa de los derechos humanos, el acompañamiento a las comunidades, y la administración de los sacramentos.
La misión de los jesuitas en la Tarahumara atiende a los grupos indígenas rarámuris, principalmente, pero también se convive con otros grupos minoritarios, como los rarómaris y los tepehuanes. El plan de acción que desarrollan los jesuitas consiste, bajo la luz de la inculturación, en el fortalecimiento de la cultura indígena, que se logra a través de dos vías principales: la conservación de sus lenguas, fiestas y costumbres tradicionales.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, centro de asesoría y acompañamiento a procesos de defensa a los derechos humanos en la Ciudad de México. También se cuenta con el Centro de Derechos Humanos de Tabasco en Villahermosa, Tabasco y con el Centro de Derechos Indigenas A.C en Chilón.
Servicio Jesuita a Migrantes México organización no gubernamental, de carácter humanitario y sin fines de lucro. Su objetivo es fortalecer las comunidades de origen, tránsito y destino de trabajadores migrantes y sus familias a través de la generación de proyectos autogestivos, autosustentables y articulados en redes, e incidir política y socialmente para lograr un impacto significativo en el mejoramiento de sus condiciones de vida y en la reducción de sus niveles de vulnerabilidad. El SJM/MEX tiene sus oficinas en la Ciudad de México y además trabaja directamente en 17 municipios del sur de Veracruz.
Fomento Cultural y Educativo organización no gubernamental que acompaña procesos de educación, promoción y organización popular entre indígenas en el centro y sur del país, así como de obreros en las zonas de mayor concentración industrial.