Jean Antoine Lahoreau Gilio pertenece a una familia local de origen francés dedicada a la elaboración de fertilizantes orgánicos, en la que resalta la aceptación paulatina que, tanto en la agricultura como en la jardinería, ha venido ganando la aplicación de este tipo de productos.
Refiere que los seres humanos somos lo que comemos y, en ese sentido, la utilización de productos orgánicos que sustituyen a los agroquímicos ha venido también a enriquecer los suelos y a cosechar productos alimenticios de mayor calidad.
Te recomendamos...
Socio fundador de la empresa denominada InnovagricMx, ubicada en la población de Villa Juárez, explica que esta empresa fue creada por su padre hace 30 años, siendo una empresa cien por ciento local, cuya fórmula del tratamiento de su producto proviene de Francia, de la región de Burdeos, de donde se producen los mejores vinos de aquel país europeo. Señala que la finalidad es mejorar la calidad de los suelos mexicanos.
“Nuestros productos son cien por ciento orgánicos y naturales, no dañan al suelo y lo que buscan, en contrario, es recuperar la riqueza de la tierra, dando la vuelta a la contaminación que por muchas décadas atrás sufrieron las tierras agrícolas por la excesiva aplicación de agroquímicos”, dijo.
El joven empresario hizo ver que su producto funciona para todo tipo de plantas y el propósito es ayudar a los productores a que recuperen sus tierras, que eleven su productividad y la calidad de sus cosechas.
Empuje agrícola y cambio de hábitos
“Utilizamos el producto de bioterra, que estamos aplicando unas dos toneladas por hectárea, y lo bueno de utilizar un producto natural es que no dañamos ningún tipo de planta y eso ayuda a que se vaya recuperando el piso y pueda tener la vida que debió haber tenido hace muchos años”, comentó.
A pregunta expresa, dijo que cada vez más agricultores, tanto del sector ejidal como privados, están recurriendo a la utilización de fertilizantes orgánicos en la siembra de sus cultivos, siendo una tendencia de la gente de buscar siempre algo más natural en lo que consume, más cuando se trata de la alimentación.
“Somos lo que comemos, aunque se escuche muy trillado, pero es una realidad que lo que siembras es lo que se cosecha”, agregó. Admitió que el cambio se ha dado paulatinamente, ya que hace 30 años el uso de fertilizantes orgánicos era un tabú, por lo que fue complicado hacerle entender al productor y al consumidor la diferencia entre producir un melón bien inflado y pesado, pero sin sabor, y tener un melón más pequeño, pero con un alto nivel de grados brix, lo mismo que ocurre con la granada, la sandía y otros productos agrícolas.
Uso en jardinería
Jean Antoine explica que lo mismo ocurre en la jardinería, donde la gente antes tenía la idea de adquirir plantas, ponerles agua y quitarles follaje como una labor obligada, cuando en realidad las flores, arbustos y árboles plantados en suelo o en macetas requieren de todo un tratamiento. Dijo que cada vez son más los viveros que han demandado su producto para el cuidado y producción de sus plantas.
“La realidad es que la planta es como un ser humano, requiere comer algo saludable y nosotros debemos proporcionarle algo más; el agua sí tiene nutrientes, pero son muy pocos, por lo que, al carecer de estos, las plantas no crecen, se estancan e incluso mueren. De ahí que hay que agregar bioterra”, añadió.
Por último, dijo que cualquier asesoría puede encontrarse en su página en redes sociales en http://innovagricmx.com/ o bien llamar al teléfono 871 7252082; sus instalaciones están en Villa Juárez, donde también pueden acudir a solicitar información personalizada.
e&d
