Hablar de tamales en México es muchas veces hablar de religión, pero hablar de tamales en Nuevo León es inequívocamente un sinónimo de uno de sus municipios: Juárez.
Y particularmente hoy, una fiesta popular celebrada en honor de la Virgen de la Candelaria, y que se acompaña con tamales.
En estas fechas los comerciantes de tamales, que en su mayoría se encuentran en el municipio de Juárez, se preparan para satisfacer la demanda de quienes están "obligados" a comprarlos, luego de ganar el "monito" en la rosca de Reyes.
"Después del día último del año se baja un poquito la venta, aunque poco, porque por el tiempo fresco sigue habiendo movimiento, pero hasta el 2 de febrero es cuando vuelve a repuntar, entonces tenemos que prepararnos para satisfacer", dice Ghandi Álvarez Mendoza, gerente de Tamales Teresita, uno de los negocios de Juárez.
En este establecimiento la variedad es extensa, tamales que muchos quizá jamás han escuchado: de frijol enchilado, de dulce, queso crema con acelgas, puerco a los tres chiles, los costeños (con hoja de plátano), y los tamales borrachos, los cuales oscila, entre 350 y 450 gramos, un tamaño mayor al que los regiomontanos están acostumbrados.
Álvarez Mendoza asegura que la elaboración de sus tamales es artesanal prácticamente en su totalidad, utilizando los productos de la región para su preparación.
Incluso, si un cliente lleva al establecimiento carne de algún animal que ellos no comercialicen lo pueden preparar.
La mayoría de los negocios de tamales manejan los mismos precios, donde las docenas cuestan entre 70 y 90 pesos, mientras que los cientos oscilan entre los 500 y 700 pesos, según pudo constatar MILENIO Monterrey en algunos establecimientos.
Los comerciantes esperan un aumento en las ventas del 50 por ciento, aunque otros, como en Tamales Teresita, dicen que será del 100 por ciento.
Visitar en estas fechas el municipio de Ciudad Juárez y comer tamales en alguno de los tradicionales restaurantes es casi una obligación como nuevoleonés.