El 14 de febrero fue singular: aniversario de Guadalajara, Día del Amor y la Amistad, y para los fieles creyentes, el inicio de un periodo de fe y renovación espiritual: la Cuaresma con el tradicional Miércoles de Ceniza.
Bajo el sol del mediodía y los distintos cierres viales del centro de la ciudad, destacaban los miles de fieles, personas adultas en su mayoría, que se dieron cita a las puertas de los templos para cumplir con esta tradición religiosa.
Tal es el caso del señor Ismael Rendón de 64 años, quien tras haber escuchado misa y haberse acercado a la imposición de ceniza, salía de la mano de su esposa con un semblante que reflejaba paz. “Prácticamente tengo toda la vida siguiendo esta tradición que me enseñaron mis padres. Antes veníamos con nuestros hijos, pero ya nos quedamos solos. Acostumbramos a venir al templo de la Merced, pues nos gusta escuchar la explicación del padre”, comentó.
A las afueras de las iglesias no pueden faltar los distintos comercios ambulantes que van desde el antojito de la tarde y algunas bebidas para soportar el clima, hasta aquellos que apegados al fervor, venden artículos religiosos.
Para Arturo Reynoso, quien es comerciante afuera de la Catedral, menciona que estas fechas son las mejores para la venta, pues dice él, que a las personas les entran las ganas de rezar y no salir de los templos. Dice que “el inicio de la Cuaresma son días de fiesta y espirituales donde nos acordamos de Dios. Yo acostumbro a tomar ceniza aquí; Jesús cargó su cruz y yo cargo la mía con la visita de los siete templos en Semana Santa”.
Mientras tanto, al interior de Catedral, los tapatíos pueden acercarse a las diversas misas oficiadas por los padres, quienes en sus plegarias, pidieron por la población y los actuales casos de violencia.
Una de las preocupaciones de estas fechas, es la falta de los jóvenes en las fiestas religiosas, incluso, Cristian Aguado, quien es prenovicio de los agustinos del ex Convento de Agustín y que no pasa de los 30 años, dijo sentirse triste por la falta de estos.
“La ceniza es un signo y no un sacramento que se ponen los seguidores o creyentes de Jesús al inicio de la Cuaresma como símbolo de los cuarenta días de preparación para la pascua. Los jóvenes están perdiendo estas tradiciones y creo que es una buena fecha para que se acerquen a Dios”, señala.
Sumado a esto, el matrimonio de los señores Carmen Ortiz y Alonso Zepeda, ambos de 61 años, señalaron estas fechas como una tradición de mayores, pues reiteraron haber sido testigos de las burlas de los adolescentes dentro de los templos.
Durante el transcurso del día, fue un poco más notable la afluencia de personas que acudían a cumplir tras el término de sus labores; además de que templos como Santa María de Gracia ofrecieron a los creyentes la posibilidad de “autoservicio” para que ninguno tuviera pretexto de quedarse fuera.
La fe, la renovación y la penitencia, son los términos que utilizan los fieles para esta tradición y quienes están a la espera del duelo que les representa la Semana Santa, mientras tanto, los adolescentes disfrutan de las flores, chocolates y regalos que recibieron este San Valentín.
GPE