En plena fiesta de la Divina Misericordia los cables de la luz comenzaron a aventar chispas en un inminente corto circuito. Así que se decidió bajar el interruptor.
"Acabamos de pagar un recibo de cinco mil pesos", indicó el párroco Rafael López. "Hoy tenemos bautizos y primeras comuniones y no tenemos ni aire para el calor. Bajamos el interruptor porque se pueden descomponer las cosas que con mucho esfuerzo hemos conseguido", agregó.
El sacerdote estuvo llamando desde la noche del viernes a CFE para pedir que les ayudaran con esos cables, pero solo le dieron un número de folio.
Además desde hace ya más de cinco meses la parroquia tiene problemas con el suministro de energía eléctrica en medio de las omisiones de Comisión.
"Que son empresa de clase mundial pero no es cierto. No pueden ni arreglar unos cables pelones", destacó el sacerdote Rafael quien esperaba que la CFE se compadeciera y acudieran a atender el llamado. Pero a sabiendas que lo mas seguro era que no pasara gran cosa.
dcr