Existen mecanismos desde la arquitectura y la ingeniería para contribuir a que los edificios sean más resistentes ante contingencias, entre inundaciones y temblores, explicaron algunos desarrolladores inmobiliarios.
Ricardo Padilla Silva, arquitecto y director de una empresa de desarrollos inmobiliarios, mencionó que en otras ciudades con mayor actividad sísmica que Monterrey, como Tokio o Santiago, han logrado proliferar los rascacielos, bajo un esquema más seguro y tecnológico.
Estos edificios absorben el impacto y logran liberar el movimiento oscilatorio debido a que son construcciones fuertes pero flexibles, en cambio, hay edificaciones que son muy rígidas y se quiebran ante el impacto.
“A nivel internacional hay muchos lugares sísmicos mucho más fuertes que Monterrey, en términos de riesgo, puedo hablar de San Francisco, en California, puedo hablar de Tokio, puedo hablar de Santiago...
“Existe tecnología para absorber y ser confiable en momentos de sismo, la ciudad de Tokio tiene edificios de 50 pisos o de 60, lo que tiene que hacer es aplicarse las normas adecuadas o sea la tecnología existe, las formas de resolverlo existen”, dijo.
Por su parte, Iván Ibarra, arquitecto colaborador en una empresa desarrolladora, ahondó en que todo depende de la distribución de las cargas del edificio, además de factores como la intensidad del viento.
“Las cargas horizontales son las dinámicas ejercidas por el viento y por los movimientos oscilatorios de un terremoto dependiendo de la zona”, mencionó Ibarra.
Padilla Silva agregó que con el temblor de 1985 en la Ciudad de México se endurecieron los parámetros de construcción por parte de Protección Civil y se mejoraron las edificaciones.
Por ejemplo: ahora las escaleras deben de ser herméticas, de manera que el humo no entre en caso de incendio, además son las estructuras más fuertes para ocultarse en caso de un temblor.
También dijo que como el equipamiento de Bomberos no puede alcanzar los pisos más altos, cada nivel debe de contar con una manguera de presión para contener las flamas y poder evacuar el edificio.
Finalmente señalaron que la cultura de la prevención es un esfuerzo en conjunto y compete a todos.