El Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en una de las zonas de la capital más concurridas por los compradores que adquirieron artículos personales y regalos para festejar la llegada del año 2015.
Algunas tiendas departamentales que ya cuentan con ofertas de fin de temporada, tuvieron a lo largo del día filas en las cajas de hasta una hora, situación que se repitió en restaurantes significando altas ventas.
Sin embargo, algunos de los vendedores ambulantes expresaron que a diferencia de la semana de Navidad y años anteriores, la crisis económica se reflejó en sus ganancias.
Cynthia, quien cobra diez pesos por tomarse fotografías con botargas sobre la calle de Madero en el Centro Histórico, asegura que sus ventas no llegan ni a la mitad de lo obtenido en 2014.
“Sí subieron un poco las ventas, pero pues no como se esperaba. Se nota que hay un poco de carencia en México. El año pasado al día juntábamos unos dos mil. Ahora ni los mil pesos”, aseguró.
Por su parte, algunos de los compradores comentaron que las cosas que se venden tienen altos precios, por lo que solo han adquirido lo necesario para que la cuesta de enero no afecte tanto.
A pesar de ello, la euforia por recibir un nuevo año estrenando ropa, accesorios, aparatos electrónicos, entre otros, se mantiene entre los capitalinos, quienes no escatiman en costos ni cambian de parecer ante la premura de las compras.