El fiscal de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, ligó el violento episodio ocurrido en Guachochi a una disputa entre dos grupos rivales: el líder delictivo Chapo Calín y la banda de "Los Reyes".
Sobre lo ocurrido en #Guachochi, estoy conversando con César Jáuregui Moreno, fiscal de Chihuahua #AzucenaxFórmula
— Azucena Uresti (@azucenau) June 8, 2023
En entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula, Jáuregui Moreno detalló que ambos grupos, que en el pasado pertenecieron a una misma organización vinculada al Cártel de Sinaloa, han estado enfrentándose por el control de territorio y actividades ilícitas en la región.
El incidente en cuestión tuvo lugar en Santa Anita, Guachochi, cuando miembros del líder delictivo Chapo Calín se refugiaron en la iglesia local tras bajar de las montañas cercanas.
El ataque no fue contra la iglesia
En el enfrentamiento, una persona del grupo fue capturada y posteriormente asesinada. El fiscal aclaró que el ataque no fue dirigido específicamente contra la iglesia, sino que fue una consecuencia circunstancial del intento de resguardo por parte de los delincuentes.
Hasta el momento, Chapo Calín sigue prófugo, mientras que el líder de "Los Reyes" fue detenido hace aproximadamente mes y medio. Jáuregui Moreno subrayó que se han implementado operativos en la zona para capturar a los responsables y restablecer la tranquilidad en Guachochi.
La gobernadora y las autoridades religiosas se han reunido para brindar apoyo a la comunidad afectada y coordinar acciones conjuntas. El fiscal expresó su compromiso de no descansar hasta lograr la captura de Chapo Calín y evitar que la actividad de estos grupos delictivos siga afectando la zona.
Mientras continúa la investigación, se refuerzan las medidas de seguridad en Guachochi para proteger a la ciudadanía y prevenir futuros actos de violencia en la región.
Obispos de México exigen cese de violencia
La Conferencia del Episcopado Mexicano condenó y exigió el cese de la violencia que aqueja a Chihuahua, luego del enfrentamiento que se dio en Guachochi, que dejó baleada la parroquia de Santa Ana.
Los obispos de México expresaron su dolor e indignación ante el hecho de violencia, asegurando que no es un hecho aislados, pues "La comunidad de Santa Anita, en el municipio de Guachochi, Chihuahua, que viven con inseguridad y en incertidumbre".
"En medio de tanta muerte y crimen que se vive en el país, condenamos públicamente esta situación y exigimos cese la violencia."
En un comunicado firmado por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera, la cúpula del Clero mexicano pidió a las autoridades de todos los niveles, que mantengan la estabilidad nacional y el Estado de derecho ante el crimen organizado.
Finalizaron levantando una oración para pedir a a Dios que toque el corazón de quien hace daño a su comunidad y "a la Santísima Virgen de Guadalupe Reina de la Paz nos acompañe en estos momentos de violencia".
MO
