La parroquia de “Nuestra Señora de San Juan de los Lagos" de Tampico se volvió en el epicentro de los devotos de San Judas Tadeo, un santo al que atribuyen el empleo en las familias y la salud en tiempos de crisis.
El olor a tamales, pozole y tacos se apodera del perímetro de la parroquia que está en la colonia Cascajal, en donde todos acuden por la fe que tienen, se ha apoderado.
Entre los niños, los bebés como Ian Fernando, que van caracterizados, reciben la bendición de un santo que es popular entre los tampiqueños, a quien le han encomendado hasta la vida.
Blanca Oralia Perales Vazquez es una fiel seguidora del santo que tradicionalmente viste de blanco y verde, así que desde Tamos, en el Norte de Veracruz, acudió hasta el sur de Tamaulipas con más de 300 personas para llevar a cabo danzas en honor al santo.

Después de once años de estar llegando al Cascajal desde el Norte de Veracruz, han llegado para hacer más grande su fe en la iglesia San Juanita, como es conocida en el sur de Tamaulipas.
Recorren kilómetros a pie para llegar a Tampico desde Tamos, vienen familias, danzantes, fieles que quieren agradecer todo lo que ha pasado en los últimos años.
La pandemia, recordaron los devotos, no han sido factor para que dicha actividad se lleve a cabo, ya que a pesar de todo siguieron llegando.
“Nunca me contagié", indicó Blanca, una forma de mantener la tradición de la peregrinación, para dar gracias a Dios y a San Judas Tadeo, por el empleo que su esposo tiene en otro sitio fuera de la zona.
EAS