Los amigos Ángel de Jesús, Daniel Armando, José Gerardo y Eduardo Isaías desaparecieron la madrugada del 7 de julio del 2013 en Lagos de Moreno, Jalisco. Nunca se pidió un rescate por ellos. Ese mismo día desapareció Rodrigo de 38 años. A todos los habría levantado un grupo armado.
Al mes de la desaparición de esos jóvenes y luego de la búsqueda por parte de sus padres, estos supieron que sus hijos estaban muertos. Las autoridades atraparon a seis sujetos que aseguraron ser parte de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y quienes detallaron la forma en la que habrían asesinado a los jóvenes.
Los familiares tuvieron acceso a las declaraciones de los hombres que quedaron asentadas en la carpeta de investigación de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, ahí se detalla que los jóvenes fueron levantados al azar; esa misma noche habrían sido torturados, asesinados, algunos decapitados y luego disueltos en ácido.
Los restos fueron encontrados en una finca conocida como “La Ley del Monte”, ubicada en Los Tepetates sobre el camino a Comanja de Corona, a unos 25 minutos de León.
Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas del 2013 a 2015, hay una lista de 61 personas desaparecidas en Lagos de Moreno y San Juan de los Lagos, que tienen de los 12 años hasta los 50 años.
Familiares de Ángel de Jesús de 19 años, Daniel Armando de 22 años, José Gerardo de 18 y Rodrigo de 38, relatan a MILENIO, lo que vivieron luego de la desaparición de sus hijos a casi tres años de su muerte.
Eduardo Isaías Ramírez Hernández de 21 años es el cuarto amigo desaparecido y hallado en la fosa clandestina.
“Los muchachos se habían ido a una fiesta, andaban juntos y al día siguiente pues ya no regresaron, recuerda Ana Teresa, madre de Ángel.
Su primer punto de búsqueda fue con sus amigos. Investigando se enteraron que al término de la fiesta, los cuatro se fueron a la casa de otro compañero.
“El caso es que él no regresó a dormir, al siguiente día fue pura angustia y no, porque decíamos ‘bueno, al rato llega’, pero como pasó el día y no llegó, presentamos la denuncia”, platica Armando Espinoza, papá de Daniel.
Él tiene la firme idea de que las autoridades ya sabían lo que había pasado, ya que cuando se supo lo que había ocurrido, “todo Lagos ya lo sabía”.
Luego de la denuncia, los familiares comenzaron a organizar marchas; se unieron a la asociación Por Amor a Ellos, con sede en Guadalajara, y pelearon por conocer la verdad, por que se hiciera justicia y supieran lo que había sucedido con sus hijos.
“Hicimos marchas, tocó el tiempo de la feria de aquí y nos metimos en el desfile –protesta-, nos plantábamos en la Presidencia...”, dijo Ana.
UNA NOCHE DE MUERTE
Siete días después de la desaparición de los cuatro amigos y Rodrigo fueron detenidos nueve sujetos, que dijeron ser integrantes de una célula del CJNG y quienes tuvieron una participación directa con la desaparición y el asesinato de los jóvenes, según sus declaraciones.
Ana Teresa, recordó que según esa declaración, dijeron “que al jefe de la Plaza le habrían cristaleado la ventana de su camioneta, se perdió una mochila y eso desató su furia”.
Eso ocurrió esa noche, cuando salió del antro, vio su camioneta las ventanas dañadas y sin la mochila que pertenecía a una joven que lo acompañaba, que no contenía nada más que ropa.
“Al instante, dio la orden de levantar a cuanto cabrón vieran y al azar, comenzaron a subir personas a la fuerza a las camionetas y de ahí, las ejecuciones. Esa noche, fueron más muchachos los desaparecidos, pero con denuncia, sólo siete fueron reportados”, recordó Ana Teresa.
Y continúa, “los torturaron de una forma muy cruel”; y dice don Armando, “terminaron decapitándolos y luego deshaciendo su cuerpo en ácido”.
Los detenidos declararon que les preguntaban a los jóvenes por la mochila, por qué se la habían robado, pero ellos no sabían de lo que les hablaban. Los cuatro familiares bajaron la mirada y guardaron silencio por unos segundos.
“Los golpearon salvajemente, a cada uno lo mataron diferente pero torturándolos, dicen que fueron cinco los decapitados”, comentó la madre de Ángel de Jesús.
Con Rodrigo, de 38 años, la cosa fue diferente, él y otros dos compañeros habían salido de trabajar de una fiesta como meseros, cuenta su hermana María Espinoza.
Ellos iban caminando por un bulevar y al darse cuenta del conjunto de camionetas empezaron a perseguirlos; Rodrigo logró escapar y pudo llegar hasta su casa, abrió la puerta y se metió, sin embargo, uno de sus perseguidores alcanzó a ver que entró a un domicilio y entraron por él.
OBLIGADO EL GOBIERNO A PEDIR DISCULPAS
Con la intención de cerrar el caso y evitar el daño político, además de no dejar al descubierto la fragilidad del cuerpo policial de Lagos de Moreno, el entonces presidente municipal, Hugo René Ruiz Esparza, informó a los medios que los jóvenes tenían un vínculo con una célula delictiva, cosa que niegan y le exigieron disculpas.
El caso y las heridas siguen abiertas a tres años, según la Fiscalía, esa noche participaron 29 elementos del CJNG, de los cuales, seis han sido detenidos y cuatro murieron en una balacera en Tepatitlán, por lo que quedan 19 libres, incluyendo, quien ordenó la masacre.