El titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos, habla sobre la inmersión de la fuerza castrense en la vigilancia así como de la crisis en las policías municipales y de los eventos desafortunados en los que la institución se ha visto relacionada como en Ayotzinapa.
Se cumplen 10 años, en este 2016, de que los soldados han patrullado las principales ciudades y regiones de este país por los problemas de delincuencia generados por las mafias. ¿Cuál ha sido el aprendizaje en ese tema?
El aprendizaje ha sido importante, hemos tenido que modificar conceptos, capacitaciones, adiestramiento, la forma de desempeñar nuestras actividades y hemos ido avanzando de manera importante en varios de los temas. No estábamos con las adaptaciones necesarias para enfrentar la delincuencia, hoy lo hacemos con técnicas que hemos ido aprendiendo, que hemos ido obteniendo de otras experiencias y el aprendizaje ha sido importante y ahí estamos.
A lo largo de este camino, desde luego, ha habido un desgaste natural; el Ejército ha sufrido agresiones importantes, estos días se cumple un año del ataque en la región Costa de Jalisco donde se derribó un helicóptero, murieron soldados; poco antes murieron otros que combatían el robo de hidrocarburos. Hubo operativos, el Operativo Jalisco en respuesta. ¿Cuál ha sido el resultado hasta ahora de ese operativo y de la forma en que se ha respondido a esos desafíos de la delincuencia al Estado Mexicano?
El resultado se ha dado a conocer en los medios, ha sido importante. La estructura de este grupo de delincuentes que ha atacado al personal militar y otras autoridades, inclusive policías del Estado que fueron masacrados, está prácticamente desorganizada por los operadores financieros, las formas de obtener sus recursos, sus armas les han sido cortadas. Hoy estamos próximos a buscar detener a la cabeza de estos grupos.
He escuchado que usted ha declarado que los soldados no podrán volver a los cuarteles mientras no haya una reconstrucción y un fortalecimiento de las policías locales. ¿Cómo evalúa este proceso?
Yo creo que todos los gobiernos locales han estado haciendo su tarea, no es fácil, es difícil; se requieren recursos, mucha capacitación y efectivamente, mientras no estén las corporaciones de policía capacitadas y adiestradas para poder enfrentar estos delitos, pues tendremos que estar en las calles. Hay estados que han caminado, hay otros en donde no vemos todavía el empeño, ya con una respuesta, pero no es que nosotros queramos estar en las calles, tampoco. Ojalá que esta reconstrucción de policías sea pronta, que sea en beneficio de las diferentes sociedades y lo que he dicho es que estaremos en las calles mientras lo ordene el presidente de la república y, sobre todo, lo demande la sociedad. Hoy estamos en las calles, sobre todo, porque es la sociedad la que está exigiendo que estemos nosotros ahí, esperamos que pronto contemos con buenas corporaciones de policía para que atiendan estos problemas.
Los indicadores de cumplimiento, de aspectos de derechos humanos en el Ejército han mejorado considerablemente. Sin embargo, hay algunos hechos que han eclipsado ese avance, Ayotzinapa entre ellos. ¿Cómo considera las críticas que ha hecho el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que está por terminar su mandato y que hizo serias críticas al papel del Ejército, en este caso, de Ayotzinapa?
Pues no sé si estamos refiriéndonos a que ellos señalan que no hubo una participación activa de los militares; está definido, comprobado, detallado, en cada uno de los tiempos que se vivieron en aquella ocasión, qué hizo el personal militar… si es a lo que se refiere usted como críticas.
Se refieren a que no hubo la apertura del Ejército a facilitarles la investigación.
Bueno, no, yo lo que he dicho ahí es que respetemos la ley. La ley dice que la autoridad que debe atender estos asuntos es el Ministerio Público, sea en este caso la Procuraduría General de la República (PGR), a la cual han acudido todos los soldados que pudieron ser señalados, citados para esta cuestión. Hasta cuarenta militares han ido y, de ellos, hasta cuatro veces han ido a hacer declaraciones, en ningún momento hemos dejado de participar en todas las citas que nos ha hecho la PGR; lo que no sucedió es que fueran extranjeros y nos interrogaran a los soldados mexicanos. ¿Por qué? Porque así lo dice la ley, porque no está en el mandato que tenía este grupo.
¿Cuál ha sido el ánimo de las tropas luego de todas estas críticas, de algunos videos que han documentado algunas malas prácticas de algunos elementos? Digo, sabemos que hay un 25 por ciento de los elementos del Ejército en las calles.
El ánimo es bueno, no me correspondería a mí decirlo, sería mejor preguntarles a las tropas, ir con ellos y platicar para ver cómo se sienten. Me parece que sí hemos sido sujetos de críticas, pero no es por un video que acaba de salir, yo creo que estamos hablando de hace un año y medio, casi dos años de todos los días hacer críticas. Nuestra gente está trabajando bien, hemos tenido excelentes resultados en el esfuerzo nacional, las fuerzas armadas tienen resultados extraordinarios; estamos en el 80 o 90 o 98 por ciento de todo lo que se ha hecho en contra de la delincuencia. El personal sí se ha sentido seguramente en algunos momentos mal o señalamientos que les han hecho, pero no podemos hablar de 250 mil militares porque algunos, uno que otro, se equivoca o hace las cosas de manera indebida. Las quejas de Derechos Humanos que en el 2012 hablábamos de 1,500 -por ponerle un número-, en el 2015 fueron poco más de 500. Es decir, hemos ido bajando de manera extraordinaria las quejas, las recomendaciones, en ese sentido creo que hemos avanzado mucho. Lamentablemente hay hechos como los que usted señala, que ponen en entredicho lo que aquí decimos, pero ahí están los números. El personal moralmente, anímicamente está bien, siguen trabajando aún a pesar de lo que encontramos y que nos sucede hoy con el sistema garantista, que los delincuentes están siendo soltados, no obstante haber sido ya sentenciados por los crímenes que se les acusó y no de ayer o de antier sino de hace cinco, seis u ocho años. No obstante eso, los soldados están con el ánimo y están trabajando.
Secretario ¿va a complicar el papel del Ejército esta iniciativa que busca legalizar la mariguana para uso medicinal y aumentar la portación de gramaje, sin que sea delito, de 5 a 28 gramos?
No, yo pienso que no. Aquí lo que entiendo que se está proponiendo es que se autorice el consumo, no criminalizar al consumidor, pero sobre la siembra de drogas ilícitas seguiremos trabajando, como lo hemos hecho todo el tiempo.
De acuerdo a lo que se habló, General, en esta reunión, ¿cómo ve al país? ¿Cómo ve el avance en el combate a la delincuencia en el cumplimiento de garantizar la seguridad a todos los mexicanos?
Creo que se ha avanzado. Lamentablemente me parece que no se ha podido explicar claramente y con profundidad. Ha habido avances en todo el país, incluyendo esta región. ¿Dónde está el problema ahora? Bueno, en que ya no son los delitos de alto impacto, aquellos que hablábamos de un convoy, de camionetas con gente armada o grandes cantidades de droga o de armas o ataques masivos, no. Hoy el problema está en el daño al patrimonio de los ciudadanos, ahí es donde está el asunto: es el robo, la extorsión, el secuestro, el homicidio, que son delitos del orden común, que deben atender las autoridades locales a través de sus cuerpos de policía. Nosotros hacemos hasta donde nuestro esfuerzo lo permite, pero sí creo que el problema ya es de otro orden.
Y ahí ¿también el Ejército seguirá ayudando?
Ahí estamos también, hasta donde las capacidades lo den. Quiero recordarles que nuestro Ejército, proporcionalmente hablando, es el más pequeño de muchos espacios, con la extensión territorial, el número de población que tenemos, todos nuestros mares y la orografía que tiene el país, pues somos un Ejército realmente pequeño comparativamente hablando.